Rosario, 1969, y en medio de la dictadura que sacudió al país, una pareja intenta ser felíz.

Todos los inconvenientes que pueden rodear al amor se ven maximizados por la mayor aberración contra los derechos humanos que sufrió Argentina.
Los escapes, las huídas, los escondites y los amagues son puntos importantes de esta historia.
Una vez más, tal cual sucedió en El Asadito, Postiglione homenajea a su querida Rosario, esta vez con un hecho clave en la historia.

Como aspectos positivos se puede destacar la maravillosa puesta en escena y las caracterizaciones de época que hacen que el espectador viaje en el tiempo 30 años como si nada.
Si algún distraído ve este film sin informarse, podrá pensar que realmente se trata de una película de fines de los 60'.

Ahora, como negativo, no queda otra que mencionar sus diálogos a veces pobres y sin sustancia. A diferencia de lo que ya hemos visto en El Asadito y en menor medida en La Peli, el director puede darnos conversaciones jugosas y entretenidas.
En Días de Mayo no alcanza ese nivel, se queda corto y no termina de redondear un bueno producto.

Sin ser una mala película, Dias de Mayo no se imprime en la memoria a pesar de tocar un tema tan fuerte como la dictadura.
Más allá de la crítica, seguiremos consumiendo a Postiglione que ya nos ha mostrado que puede darnos mucho más.