Se le ha querido dar importancia a un film que no tiene ninguna.
Es una comedieta simple y anodina, con buenos actores en el reparto (bastante desaprovechados) y una puesta en escena aceptable pero la historia es que no tiene ningún interés y va perdiendo fuelle según pasan los minutos que no son pocos.
Pretende ser una narrativa de la transición española pero ni toma partido ni se compromete, sobre todo con la monarquía que entonces gozaba de mayor credibilidad hasta que se han visto los méritos del emérito, con lo cual además está totalmente desfasada.
Ana Belén bien en su papel de dama sofisticada, Juanjo Puigcorbé así así en su papel de piloto-amante, Penélope Cruz muy guapa como siempre y Gabino Diego pues eso, Gabino Diego.