La sinopsis del film ya nos está diciendo que es una historia mil veces vista en géneros que van desde el western hasta el más puro cine de acción del malo, muy malo. A saber (la entrecomillo pues es la misma que aparece en la ficha de FilmAffinity):

"Hace diez años Tae-sik era un ganster que mandaba en la ciudad. Ahora tras salir de la carcel, Tae-sik vuelve a casa totalmente reconvertido. Mientras estaba en prisión su madre le regalo un diario en el que apuntar sus propositos, siendo "no beber, no pelear, no llorar" los primeros. En su vuelta a casa lo unico que quiere hacer es pasar desapercibido, pero su fantasmas del pasado vuelven a aparecer, cuando un antiguo rival, ahora alcalde, quiere expropiar el restaurante de su madre para poder llevar acabo un ambicioso proyecto urbanistico"

En definitiva, el señor Tae-sik vuelve de la carcel reconvertido en una especie de panoli que no quiere pelearse con nadie, pero no pararán de tocarle las pelotas hasta que explote. Lo que pasa es que la película, muy sobrevalorada en mi opinión en páginas de cine, tarda muchísimo en pasar a la acción, o al menos eso era lo que esperaba. Parece claro que el director no pretendía nada de eso y nos entrega un film sobre las relaciones entre Tae-sik y su familia con tendencia hacia la ternura mientras unos gansters bastante sobreactuados se dedican a fastidiarles la vida.
Con una persistente música pianística del tipo "tierno-melancólico" que no cambia ni en las peleas, la película se alarga demasiado en esta fase inicial (vamos casi toda la película) aunque cuenta con un par de giros de guion resultado de no contarlo todo desde el principio, algo traposillo.
En el 2010, también en cine coreano, Lee Jeong-beom filmó "El hombre sin pasado", con un punto de partida similar en lo referente al personaje que al que persigue su pasado y con un esperado y violento final que resulta muy similar en los dos films. Lo que pasa es que visualmente la película de Lee Jeong-beom, su dirección, es muy superior a esta "Haebaragi" cuyo resultado es como más estándar.