8 de abril de 2009
24 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gratísima sorpresa y enorme diversión.
Una de las mejores películas teóricamente menores de Buñuel que he visto nunca, si no la mejor.
Fernando Soler, un tipo al que debería comenzar a seguir la pista, encarna aquí a uno de los personajes más fascinantes que he descubierto últimamente.
Un borrachín hundido por la muerte de su mujer, abandonado al alcohol y a la vida lujuriosa, llevado en volandas como se comprueba en el cartel y autor de un buen puñado de frases memorables.
"Esto es vida... el resto es tutti-fruti", escupe en un estado de embriaguez sobrecogedor mientras baila con una furcia, y yo he estado a punto de arrodillarme, en serio.
"Esto es vida... el resto es tutti-fruti".
No doy crédito, de verdad.
Posteriormente, la película adquiere un sorprendente tono moralista, capriano incluso, y yo admito haber fruncido el entrecejo, pero Buñuel, definitivamente el mejor director español de la historia, resuelve el presumible engorro con un admirable humor negro y un desparpajo narrativo fuera de toda duda, pese a ciertas convenciones.
Muy grande.
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?