Curiosa cinta, que expone hasta qué punto, hoy día, nuestra vida puede ser motivo de vigilancia, dada la enorme cantidad de dispositivos que permitirían que nuestro deambular diario se convirtiera en un involuntario "Gran Hermano".

Bastante exagerada y paranoica, el director se empeña en ofrecer la mayor cantidad posible de escenas e imágenes sacadas directamente de cámara ocultas de vigilancia, llegando a extremos algo absurdos para justificar algunos emplazamientos. Por otro lado, ni el argumento tiene el suficiente interés ni la labor artística de los intérpretes merece mayor reconocimiento, por lo que el resultado final es algo decepcionante.