Maravillosa película, tremendamente original e innovadora, cuesta creer que es de los años sesenta. Sigue totalmente vigente, actualmente aún escaldalizaría a numerosos sectores. Al censor de Franco le tuvo que dar un ataque.
Es una película para gente abierta sin prejuicios ni tabúes. Lena Nyman es una actriz increíble, quiero ver todas sus películas.

Sjöman toca tantos palos que es difícil clasificarla: comunismo, capitalismo, sociedad de clases, feminismo, liberación de la mujer, libertad sexual, anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual, monarquía, franquismo, dictadura, guerra de vietnam, religión, catolicismo, pacifismo, ejército, bomba atómica, prisiones, etc. No es una comedia pero yo me reí bastante.
Además nos da a conocer los interesantes mandamientos de Lars Gyllensten, escritor y poeta.

Hay escenas memorables: la instrucción a soldados de la no-violencia, dos policias contestan que no saben que es la no-violencia, la conversación con Luther King, el lanzamiento de cuchillos a los ojos de Franco y muchísimas mas. Y las escenas de desnudos son preciosas.

¡Que lejos está la sociedad española actual de la sueca de los años sesenta!
Aquí es donde se nota la influencia de un dictador, la sociedad española tiene cuarenta años de retraso a los que hay que sumar el retraso mental que supuso la educación franquista.

Me gustaría reivindicar la figura de Vilgot Sjöman, director de una veintena de películas.
Colaborador de Ingmar Bergman en varias ocasiones que ha sido tratado injustamente por la censura (bueno, la censura en sí es injusta).
Es un director infravalorado que ha trabajado con muchos actores desconocidos, aunque también con grandes personalidades como Max von Sydow, Bibi Andersson, Ingrid Thulin, Viveca Lindfords y Gunnar Björnstrand entre otros.