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Voto de TOM REGAN:
6
6,6
3.761
Comedia
Trabucco está a punto de retirarse a una paradisíaca isla, pero antes debe hacer un último trabajo: eliminar a los tres testigos claves en el juicio de un caso federal. Para ello se instala en un hotel estratégicamente situado, pero la situación se complica cuando se instala en el mismo hotel Victor Clooney, un hombre que está muy deprimido porque su mujer lo ha abandonado por un sexólogo. En el preciso momento en que Trabucco se ... [+]
16 de marzo de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
38/03(06/03/19) Irregular aunque divertida comedia dirigida por el genial (aquí no) Billy Wilder, en lo que fue a sus 74 años su última realización (a su pesar). Film sin más pretensión que entretener, carente de la mordacidad y reflexión amarga que hicieron grande al cineasta europeo. Guión de Wilder y IAL Diamond se basa en la película gala de 1973 “L'emmerdeur”, de Francis Veber había adaptado de su propia obra teatral “Le contrat”, film francés que fue gran éxito en Europa, los productores Jay Weston de William Morris, obtuvieron los derechos de remake, que contrataon a para el proyecto a Walter Matthau y Jack Lemmon, quienes sugirieron que Billy Wilder dirigiera. "No podía decirle no a Billy, y no quería decir que no a estar en una película de Billy Wilder. Pero esta no era una película de Billy Wilder", dijo Matthau más tarde, aunque en contraposición Lemmon dijo: "Es el guión más divertido desde Some Like It Hot (“Con faldas y a lo loco”).No tiene ningún mensaje, solo es divertido". El argumento sigue fiel al original, aunque alterando el final. Fue la vuelta de Wilder a la MGM desde 1939 con “Ninotchka”. Tiene entre sus alicientes la química entre los dos protagonistas, fruto de varias colaboración es juntos, los dos sin arriesgar, en dos papeles hechos a su medida, tiene ramalazos de humor negro jocoso, tiene su falta de ambición en querer trascender, solo ansia pases un rato ameno con una de las películas de más corta duración del director nacido en Sucha, pero adoleciendo de lo incisivo, ateniéndose a lo superficial, quedando un producto tan agradable de ver como liviano e inofensivo.
Wilder dijo que la película sería "Un poco como “Con faldas y a loco”, y ojalá sea rápida y divertida. Pero a diferencia de “Kiss Me Stupid”, esta es una película comercial, nada de arte, nada muy serio, en algún punto intermedio Revuelva loco y George Bernard Shaw". Aunque años después Wilder dijo referente al film: "Si viera todas mis películas antiguas en una multitud, personificada, hay algunas que me harían feliz y orgulloso, y las abrazaría... Pero Buddy Buddy trataría de ignorarla", no está a la altura de su nivel, pero tampoco es mala, pasas un buen rato, y la olvidas rápidamente. La despedida del cine del maestro que aún viviría 21 años más condenado al ostracismo de la industria.
La cinta en su mayor parte resulta un vodevil en un hotel, con personajes entrando y saliendo de habitaciones, con equívocos, engaños, falsas apariencias, botones metomentodo, con limpiadoras que no quieren meterse donde no les llaman, donde las paredes parecen de papel y todo se oye de la habitación de al lado. Todo sucede de modo trepidante, no hay tiempo (ni necesidad) de escudriñar todas las lagunas e incongruencias del relato, solo se le pide nos saque alguna sonrisa, aunque solo sea mueca. A Wilder cabe achacarle que su sentido del humor se había envejecido algo, cosa que se nota en el tramo de la clínica sexual, donde los gags resultan bastante de brocha gorda, impropios de Wilder, donde además no se explota a un delirante Klaus Kinski con ese estoicismo que parece estar siempre interpretando a Nosferatu, Wilder le dio el papel llamándolo "un actor extraordinario... un Nosferatu divertido. No ha habido una cara como la suya desde Conrad Veidt".
Walter Matthau se luce como el sicario Trabucco, rol que le va como anillo al dedo, derrocha hieratismo, sonrisa pícara, se disfraza para sus trabajos, se luce como un sociópata egoísta, un frío asesino; Jack Lemmon en otro papel como guante a la mano, de pusilánime, un perdedor deprimido, un buenazo infeliz que busca una razón para vivir, lo borda; la compenetración es como no podía ser de otra forma sensacional, derrochando toma y daca. Aunque Dos semanas después de la filmación, el director dijo: "No funcionó tener dos cómicos juntos. Necesitaba a alguien serio como Clint Eastwood como el sicario en lugar de un comediante como Matthau".
Wilder dijo que la película sería "Un poco como “Con faldas y a loco”, y ojalá sea rápida y divertida. Pero a diferencia de “Kiss Me Stupid”, esta es una película comercial, nada de arte, nada muy serio, en algún punto intermedio Revuelva loco y George Bernard Shaw". Aunque años después Wilder dijo referente al film: "Si viera todas mis películas antiguas en una multitud, personificada, hay algunas que me harían feliz y orgulloso, y las abrazaría... Pero Buddy Buddy trataría de ignorarla", no está a la altura de su nivel, pero tampoco es mala, pasas un buen rato, y la olvidas rápidamente. La despedida del cine del maestro que aún viviría 21 años más condenado al ostracismo de la industria.
La cinta en su mayor parte resulta un vodevil en un hotel, con personajes entrando y saliendo de habitaciones, con equívocos, engaños, falsas apariencias, botones metomentodo, con limpiadoras que no quieren meterse donde no les llaman, donde las paredes parecen de papel y todo se oye de la habitación de al lado. Todo sucede de modo trepidante, no hay tiempo (ni necesidad) de escudriñar todas las lagunas e incongruencias del relato, solo se le pide nos saque alguna sonrisa, aunque solo sea mueca. A Wilder cabe achacarle que su sentido del humor se había envejecido algo, cosa que se nota en el tramo de la clínica sexual, donde los gags resultan bastante de brocha gorda, impropios de Wilder, donde además no se explota a un delirante Klaus Kinski con ese estoicismo que parece estar siempre interpretando a Nosferatu, Wilder le dio el papel llamándolo "un actor extraordinario... un Nosferatu divertido. No ha habido una cara como la suya desde Conrad Veidt".
Walter Matthau se luce como el sicario Trabucco, rol que le va como anillo al dedo, derrocha hieratismo, sonrisa pícara, se disfraza para sus trabajos, se luce como un sociópata egoísta, un frío asesino; Jack Lemmon en otro papel como guante a la mano, de pusilánime, un perdedor deprimido, un buenazo infeliz que busca una razón para vivir, lo borda; la compenetración es como no podía ser de otra forma sensacional, derrochando toma y daca. Aunque Dos semanas después de la filmación, el director dijo: "No funcionó tener dos cómicos juntos. Necesitaba a alguien serio como Clint Eastwood como el sicario en lugar de un comediante como Matthau".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
"Iz Diamond y yo estábamos trabajando en otro proyecto", dijo Wilder, "cuando William Morris (productor) acudió a nosotros con este. Miramos la película francesa y vimos posibilidades en ella. Preferiría hacer una historia o guión original. Lo más divertido es trabajar en una película como 'Sunset Boulevard' o 'The Apartment', en la que empiezas desde cero. Aquí me encontré con algo ya hecho, pero hay ciertas ventajas en eso. No tuve que hacer una audición para los estudios y pasar por el Checkpoint Charlie antes de que aprueben el proyecto. Sabíamos que teníamos una fecha de inicio, lo cual es bastante raro en estos días". Wilder recordó más tarde: "No había estado trabajando lo suficiente, y estaba ansioso por volver a montar al caballo y hacer lo que hago, escribir, dirigir. Esta no era una imagen que hubiera elegido". La película fue un fracaso crítico y comercial, y en años posteriores Klaus Kinski negó estar en ella. "Lo mejor para mí sobre Buddy Buddy fue que no mucha gente la vio", dijo Wilder. "Wilder el escritor decepcionó a Wilder, el director", afirmó Billy. "Tuvimos que escribir demasiado rápido. El guión se hizo en tres meses. Siempre demoramos más, pero las ruedas estaban en movimiento y tuvimos que avanzar". Ansiosos por recuperarse de la infeliz experiencia, él y Diamond inmediatamente se pusieron a trabajar en lo que esperaban que fuera su próximo proyecto. "Iz y yo teníamos muchas ideas, trabajaríamos en una durante cuatro semanas y luego comenzaríamos en otra. Nos habían quemado; habíamos elegido mal con Buddy Buddy, y no queríamos cometer otro error". "Tuvimos algunos fracasos, por lo que nuestra confianza no fue tan buena". Aunque el equipo de redacción siguió colaborando hasta la muerte de Diamond en abril de 1988. Nunca más se Wilder se puso tras las cámaras.
Trabucco: Mujeres... Quién las comprende? Una vez conocí a un tipo que tuvo dos infartos, así que le pusieron uno de esos chismes... un... marcapasos. Pues, bueno, su mujer se divorció de él porque decía que el aparatito interfería la imagen del televisor.
**
Clooney: Tiene usted cerillas (a Trabucco)?
Matthau: Sí. Aquí tiene. Para qué las quiere?
Lemmon: Voy a suicidarme.
Matthau: Otra vez?!
**
Al adaptar “L'Emmerdeur”, Wilder y Diamond eliminaron los elementos del guión que hacían que el sicario se volviera más imponente físicamente (Matthau no parecía tan intimidante como el mercenario francés Lino Ventura), cambió la profesión de vendedor de camisetas a censor de la televisión (seguro una crítica a esta labor), y también cambio el desenlace.
En conjunto me queda una divertida a ratos comedia, con sus altibajos y recursos facilones, pero producto amable, que fue muy a su pesar el canto de cisne en el cine. Fuerza y honor!!!
Trabucco: Mujeres... Quién las comprende? Una vez conocí a un tipo que tuvo dos infartos, así que le pusieron uno de esos chismes... un... marcapasos. Pues, bueno, su mujer se divorció de él porque decía que el aparatito interfería la imagen del televisor.
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Clooney: Tiene usted cerillas (a Trabucco)?
Matthau: Sí. Aquí tiene. Para qué las quiere?
Lemmon: Voy a suicidarme.
Matthau: Otra vez?!
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Al adaptar “L'Emmerdeur”, Wilder y Diamond eliminaron los elementos del guión que hacían que el sicario se volviera más imponente físicamente (Matthau no parecía tan intimidante como el mercenario francés Lino Ventura), cambió la profesión de vendedor de camisetas a censor de la televisión (seguro una crítica a esta labor), y también cambio el desenlace.
En conjunto me queda una divertida a ratos comedia, con sus altibajos y recursos facilones, pero producto amable, que fue muy a su pesar el canto de cisne en el cine. Fuerza y honor!!!