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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Aventuras. Acción. Drama. Romance Manikoora es una isla de los mares del Sur azotada desde siempre por los tifones, aunque hace años que no ha sufrido ninguno. Es una colonia francesa cuyo gobernador ejerce el poder al margen de de las tradiciones y costumbres de los nativos. Según una leyenda local, cuando la tiranía rebasa ciertos límites, los pájaros abandonan la isla y el mar ruge enfurecido. La relación amorosa entre dos nativos, Marama (Dorothy Lamour) y Terangi ... [+]
19 de noviembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
263/07(08/11/17) Más que interesante cinta de aventuras exóticas dirigida por el maestro de Maine, John Ford, ambientada en los mares del sur, producida por Samuel Goldwyn Productions, sobre un indígena polinesio injustamente encarcelado. El clímax (como indica su título) presenta un gran huracán creado de modo impresionante (para su tiempo) con espectaculares efectos especialesobra del genio en la especialidad James Basevi quien en 1936 ya rodó el famoso terremoto en “San Francisco“, con director asociado como Stuart Heisler (según Ford la verdadera fuerza conductora de todo el proyecto). Para muchos críticos, la película pionera del sub-género de producciones catastrofistas que florecieron en los 70, tipo “Terremoto” o “El coloso en llamas”. El guión es obra del gran Dudley Nichols (“La fiera de mi niña” o “La Diligencia”), con aportaciones no acreditadas de Ben Hecht (“Scarface” o “Encadenados”), y W.P. Lipscomb (“Pygmalion” o “Historia de dos ciudades”), adaptando la novela homónima (“The hurricanne”) de James Norman Hall, tío del protagonista del film, que la co-escribió junto a Charles Nordhoff, publicada por primera vez en el “The Saturday Evening Post” entre el 28/XII/1935 y el 1/II/1936, (ambos co-escribieron la mítica novela “Mutiny on the Bounty”). Relato que alaba el individualismo, el espíritu indomable de libertad, la compasión, atacando el colonialismo, el racismo, la intolerancia, la tiranía y sus abusos del poder. Rodándose en parte en escenarios naturales de Pago Pago y Tutuila Island (Samoa) y de la isla Santa Catalina (CA), además de en el plató construido en Samuel Goldwyn Studios (West Hollywood) con el poblado polinesio y un brazo de agua, que supuso un coste de 150.000 USD. Tiene entre sus puntales un elenco actoral notable, destacando los secundarios C. Aubrey Smith, Thomas Mitchell, Raymond Massey y John Carradine, y la salvaje belleza y sensualidad de Dorothy Lamour, así como un atlético héroe en la figura de Jon Hall. Fue nominada a tres Oscars, ganando el de sonido.

Cinta que aúna las aventuras exóticas, el romance, el drama carcelario y por último el cine catastrofista, lo hace como un buen entretenimiento, el enfrentamiento entre el bien Puro que representan los nativos, sin maldad ninguna, disfrutando de la libertad, frente a la severidad de la ciega justicia, justicia por otro lado que en este caso parte del racismo, con lo cual cualquier análisis de justicia queda tergiversado, y en este caso manipulado, pues siempre estaremos de parte del reo por una acusación tan inmoral, ello chocando contra unas leyes coloniales de opresión a los ocupados, se les somete a una inflexibilidad que en algunos casos los ahoga anímicamente. Quedando una oda a la libertad de espíritu arremetiendo a la vez contra el colonialismo y sus nocivas consecuencias al no saber comprender a los colonizados y tratarlos de modo desalmado, y no empatizar con ellos, su modus vivendi, y su cultura, entrando en el ataque al racismo remanente del susodicho colonialismo, y con ello Ford da otra muestra más de su gusto por ensalzar la vida de los nativos, de loar su dignidad y nobleza, como hacía en la mayoría de sus películas del oeste.

El relato se puede dividir en tres partes diferenciadas: Tras un prólogo, se nos presentan los personajes y su colonialista entorno, asistimos al halo de felicidad en que residen en el “Edén” los nativos, esto en contraposición a la rigidez del gobernador; La segunda parte comprende desde que Terengi es encarcelado, entrando en un terreno dramático-carcelario, con secuencias que beben del expresionismo gótico, jugando con las sombras, con la penumbra, con lo sórdido, donde el sadismo del carcelero Warden (John Carradine), su pérfida sonrisa, sus latigazos, sus torturas, está en paralelo a la inflexibilidad del gobernador, que no es capaz de mostrar compasión; En la tercera se da cita la Ira de Dios contra los pecados de los Humanos, traducido esto en el Huracán, glorioso tramo, donde Terangi demuestra su heroísmo y bondad.

James Norman Hall y Charles Nordhoff escribieron el libro de aventuras inspirado en hechos reales “Mutiny on the Bounty” (1932), llevada al cine en tres ocasiones, guardando muchas similitudes con esta “Huracán sobre la isla”: Enmarcados ambos relatos en los mares del Sur en el Pacífico; Nos pasearemos por islas paradisiacas; Se confrontaran la vida plácida de los nativos con la rigidez del poder, en una en el gobernador y en la otra en el capitán Bligh; En ambas hay personajes sádicos, al servicio del poder, que disfrutan dando latigazos; En ambas el poder no sabe entender los problemas e inquietudes de sus “súbditos”, en ambas el poder sufrirá la rebelión, en una por parte de subordinado Christian Fletcher, y en otra por parte de la vengativa naturaleza.

Taras: Resulta un tanto confuso, sin información previa de racismo, y de pronto un tipo blanco aparece en un bar e intimida a unos aborígenes, no hay caldo de cultivo para sepamos lo que pasa; El personaje del gobernador resulta un cliché estereotipado, plano como una mesa, y es que su inflexibilidad y animadversión hacia Terangi resulta impostada, porque lo marca el guión, no se sabe de dónde le viene su inquina a los nativos; Asimismo resulta harto redundante en suplicas de gente para ayude el gobernador DeLaage a Terangi, demasiado subrayado en su intolerancia, parece un bucle; Como se enteran los nativos de la isla de Terangi que este ha huido de la cárcel de Tahití a miles de kilómetros?; Aparte de que esta exposición de crítica colonialista resulta superficial y simplista.

Jon Hall realiza una vivaraz actuación como el dinámico aborigen Terengi, llena de encanto y de energía vital quizás falto de química con su partenaire, pero en la parte de acción cumple, aunque en el tramo de huido a la deriva en el océano le falte caracterización de maquillaje para creérnoslo, lo compensa con su pelea en el agua, cuerpo a cuerpo contra tiburones…. (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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