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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
4
Acción. Comedia. Romance. Thriller Cameron (Steve Railsback), un convicto perseguido por la policía, cuenta con la protección de un excéntrico director de cine, Eli Cross (Peter O'Toole), que quiere contratarlo para que trabaje como especialista en las escenas de riesgo de la película que está rodando. Encantado de su nueva profesión y lo bien que cobra, Camerón además se enamora de la estrella femenina (Barbara Hershey) de la película. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2018
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
67/11(16/03/18) Decepcionante y caótico film realizado por Richard Rush, un aparatoso, confuso, farragoso juego meta-cinematográfico, donde la realidad se mete dentro de la ficción, sale se vuelve a meter y al final te da igual lo que pase pues has desconectado ante tanto barullo que busca sorprender al espectador y a mí lo que ha conseguido es desconectarme. Cuenta la historia de un joven fugitivo (Cameron encarnado de modo sobreactuado por Steve Railsback) que se esconde como un doble de escenas de acción en el rodaje de una película contra la guerra cuyo director carismático (Eli Cross encarnado por un demiurgo Peter O’Toole) hará aparentemente cualquier cosa por el bien de su arte. Resultando un homenaje a esos grandes olvidados de las producciones de acción como son los especialistas que arriesgan sus vidas en pos del espectáculo, pero este tributo me queda atrofiado en su pretenciosidad, no sabiendo realmente el director nunca a que juega, se mueve de forma anárquica entre el thriller, la acción, la comedia, romance, y hasta el drama existencial, una retorcida historia que en su afán de rizar el rizo se le ven sus carencias y su desorientación en la que arrastra al espectador (o sea, yo) hacia la nada y la indiferencia, súmese un metraje desproporcionado de 130 minutos para un relato que parece alargado en bucles y subrayados que producen alejamiento y frialdad en su estructura tramposa, donde al querer jugar con la ambigüedad desbarran.

Durante los primeros años de la década de 1970, Columbia Pictures poseía los derechos de la película sobre la novela homónima de 1970 de Paul Brodeaur, con Arthur Penn y François Truffaut considerados para dirigirla. Columbia le ofreció la película a Richard Rush sobre la base del éxito de su película anterior, Getting Straight (1970), que inicialmente la rechazó, y finalmente aceptó dirigirla. Rush luego escribió un tratamiento de 150 páginas que era ligeramente diferente del libro; en la novela, los personajes estaban todos locos, y en el guión, en cambio, estaban "cuerdos en un mundo enloquecido". Los ejecutivos de Columbia luego rechazaron el guión, diciendo que era difícil encontrar un género para ubicarlo. Rush: "No podían entender si era una comedia, un drama, si era una sátira social, si era una aventura de acción... y, por supuesto, la respuesta fue: 'Sí, son todas esas cosas'. Pero esa no es una respuesta satisfactoria para un ejecutivo de estudio". Rush luego compró los derechos de la película de Columbia y compró la película a otros estudios, sin éxito. La financiación para la producción finalmente le vino de Melvin Simon, magnate en bienes raíces. Peter O'Toole menciona en su comentario en DVD que basó su personaje en David Lean, quien lo dirigió en Lawrence of Arabia.

Es un producto que pierde su coherencia narrativa, que no tiene asideros a los que agarrarte, está bien que un film juegue con el espectador, pero sus trucos de mal tahúr me son insultos a la inteligencia, ejemplo es que nos presentan escenas filmándose con “el especialista” pegando saltos de un lado a otro por un edificio (el hermoso Hotel del Coronado en Coronado-California), pero llegamos a ver primeros planos cuando la cámara está alejada, o vemos una edición donde no puede haberla, nos muestran una continuidad en el rodaje de la película dentro de la película que es más chirriante el Titanic partiéndose en dos, un aquelarre de situaciones estrambóticas sin pies ni cabeza, donde a nadie parece e importarle una mínima vínculo narrativo, donde el despropósito es superado por el siguiente, donde el histrionismo es nota predominante, donde la exageración y dramatismo se exageran de forma estrafalaria.

El actor que centra la trama es Steve Railsback en un rol donde la palabra sobreactuación se le queda pequeña, no merece le dedique más tiempo, si acaso como curiosidad mencionar que se parece muchísimo su rostro a Tommy Lee Jones, llegando a confundirme; Barbara Hershey luce energía y belleza en un papel que no da dé si, mera muleta romántica para el especialista, ella da mucho más de sí; Peter O’Toole realiza un papel pomposo y megalómano que le queda bien en una especie de alegoría de como un director de cine es una especie de Dios, siempre etéreo, siempre omnipresente, siempre en las alturas (bien en helicóptero, o en una grúa), el actor irlandés embiste de excentricidad demiurga a su figura totémica, tipo ambiguo del que no sabremos sus motivaciones, si ves esta película, solo se hace medio-soportable por este icónico actor.

Aturdido me he quedado al enterarme que tuvo tres nominaciones importantes a los Oscar: Mejor Actor en un Papel Protagónico (Peter O'Toole), Mejor Director (Richard Rush) y Mejor Guión Adaptado, y es que entonces debo pensar o que era una época donde los miembros de la academia estaban muy fumaos, o fue un año muy malo de cine, no puedo creer que fuera tan malo.

En conjunto me queda un esperpento de film que no hay por dónde cogerlo. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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