298/08(12/12/10) Entretenido y pretencioso thriller coreano, ópera prima de Park Chang-Wook realizador de la famosa ‘Old boy’. ‘JSA’ contiene un claro mensaje antibelicista, un canto cándido a la amistad, en medio de una historia que va de lo idealista a lo utópico. Esta montado a base de flash-backs, recordando en su estructura a la Obra Maestra de Kurosawa ‘Rashomon’, van montando una peculiar historia sobre el paralelo 38 que separa a las dos Coreas, la frontera más militarizada del mundo, una noche en un puesto fronterizo norcoreano se produce un tiroteo en el que dos soldados del país mueren otro resulta herido y otros dos surcoreanos huyen de allí tras sus líneas, los dos países se acusan mutuamente de agresión, para investigar los hechos de forma neutral la ONU envía a una militar suiza de origen coreano, pero a medida que indaga en los hechos más confuso resulta todo y donde nada es lo que parece. A medida que el rompecabezas se va componiendo un relato de amistad sale a relucir, en una parábola quimérica de que las dos Coreas se pueden llevar bien si no fuera por sus gobiernos. El ritmo narrativo es ágil y te atrapa en su nebulosa de misterio, dotada la puesta en escena de una enorme brillantez, pero a medida que discurre la acción todo esa hace previsible, lo que va pasando se venir va en la línea de otros alegatos antibélicos ‘Infierno en el pacífico’, ‘Enemigo mío’ o ‘La tregua de Navidad’, no aporta algo nuevo al respecto. La película se toma unas licencias harto discutibles, como que unos soldados puedan cruzar con total tranquilidad la frontera más vigilada y nadie les eche en falta, resulta demasiado forzado, así como la construcción de la relación de amistad discurre de modo muy artificioso, no transmiten química entre ellos, le falta consistencia para conmover. Como obra utópico-idealista en la que todos nos debemos y podemos llevarnos bien unos con otros vale, ahora lo que en esta vorágine de buenismo no se debiera perder la perspectiva de la realidad y esta es tozuda, no se debería ser equidistante, no se puede comparar a las dos Coreas y decir que se pueden juntar, darse abrazos, besos y pelillos a la mar, no, la realidad es que hay un país con una democracia, con total libertad de ideas y de movimiento de sus habitantes, otro es una dictadura feudal que por su endogamia y su afán represor ha provocado miles y miles de muertos, se llega a hablar de más de un millón, o sea eso de colocarlos a la misma altura es una aberración mezquina. Recomendable cinta a los que gusten del thriller con ínfulas moralistas. Fuerza y honor!!!