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Voto de TOM REGAN:
5
2016
Matt Duffer (Creador), Ross Duffer (Creador) ...
7,8
63.585
Serie de TV. Thriller. Terror. Fantástico. Drama
Serie de TV (2016). 8 episodios. Homenaje a los clásicos misterios sobrenaturales de los años 80, "Stranger Things" es la historia de un niño que desaparece en el pequeño pueblo de Hawkins, Indiana, sin dejar rastro en 1983. En su búsqueda desesperada, tanto sus amigos y familiares como el sheriff local se ven envueltos en un enigma extraordinario: experimentos ultrasecretos, fuerzas paranormales terroríficas y una niña muy, muy rara... ... [+]
9 de septiembre de 2016
26 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
159/17(28/07/16) Serie bluff sobrevalorada del canal Netflix, o los que la han alabado supongo lo habrán sido imbuidos por la nostalgia ochentera que despiertan los primeros capítulos, pero este cruce de ciencia ficción, fantasía, drama juvenil y misterio se queda muy lejos de lo mejor de estos años, un producto creado por los hermanos Matt y Ross Duffer (“Wayward Pines”) se pasa de listo a lo largo de sus ocho entregas, pues el “homenaje” a los films de esta época está bien como guiños, como percha a que asirse, pero los hermanos confunden tributo con copia barata, esta mezcla descarada entre “ET” y “Poltergesit”, las dos del 82, sin alma, sin frescura, con olor a rancio, conforme avanzan episodios se vuelve más enmohecido. Su arranque resulta sugerente, abre subtramas despiertan interés, presenta personajes con potencial, pero a medida que pasa el metraje y capítulos te das cuenta es una serie vacía de contenido, con personajes planos, cuando no irritantes, con buenos buenísimos clichés, y malos villanísimos plúmbeos, con actuaciones que en algunos casos rozan lo chirriante, con un desarrollo de subtramas atropellado, con agujeros más grandes que los del Titanic, y con todo lo peor es que se toma demasiado en serio, le falta humor para reírse de sí misma, esto hubiera sido desengrasante, pero, prefieren ir por el lado serio que no hace más que desvirtuar más aún el resultado final, ah, y está su chusco final propio de un descarte de serie Z.
El 6 de noviembre de 1983 en la ciudad de Hawkins (Indiana), Will (Noah Schnapp), chico de 12 años de edad, una noche mientras iba a su casa desaparece misteriosamente. Su madre, Joyce Byers (Wynona Ryder), lo buscará desesperadamente con la ayuda del jefe de policía Jim Hopper (Mike Harbour). Los niños amigos de Will, Mike (Finn Wolfhard), Dustin (Gaten Matarazzo), y Lucas (Caleb McLaughlin) realizarán su propia investigación ayudados por una enigmática chica, Eleven (Millie Bobby Brown). Ello mientras una oscura organización gubernamental comandada por el siniestro el Dr. Martin Brenner (Matthew Modine) parece tener algo que ver. También tendrá importancia en la historia el hermano mayor de Will, Jonathan (Charlie Heaton), un asocial adolescente aficionado a la fotografía, Nancy (Natalia Dyer), hermana de Dustin, Steve Harrington (Joe Keery), arrogante novio de Nancy, y Barb (Shannon Purser), amiga de esta última.
Hay una corriente cinéfila pone en valor la década de los 80, prueba son: Attack the Block (Joe Cornish, 2011), Drive (Nicolas Winding Refn, 2011), Super 8 (JJ Abrams, 2011), The Guest (Adam Wingard, 2014) o It Follows (David Robert Mitchell, 2014), Turbo Kid (Anouk Whissell, François Simard y Yoann-Karl Whissell, 2015), o el genial corto Kung Fury (David Sandberg, 2015); Cuando en es probablemente la peor de la historia del cine, grandes males se engendraron en estos años, proliferó una ola de productos meramente mercantilistas, films de acción, violencia individualista rayando en lo justiciero (Stallone, Scwarzi, Chuck Norris,...), otro subgénero de thrillers eróticos (“Nueve semanas y media”, “Instinto básico”,...), y los que plagian en esta serie, la vertiente teenager (quinceañeros), los que se suponían llenaban las salas de cine, donde primaban las historias de amiguetes o bien de niños (“ET”, “Cuenta conmigo”, “Los Gremlins”...), de adolescentes marca John Hugues o el juvenil-terror (“Pesadilla en Elm St.”, “Viernes 13”, “Carrie” ...), o la mezcla de ambos (“Los Goonies”, “Poltergeist”...), donde lo que sobresalía era la superficialidad a favor del divertimento escapista sin capacidad de trascendencia. Y de todas estas cintas tiene un poco y de más esta serie como del cine de John Carpenter, en lo del terror y la música tecno, las historias de terror de Stephen King, hay de la saga “Alien”, todo malmetido en una coctelera pariendo un guión que se lía más y más sin saber hacia dónde se dirige. Adornado con personajes estereotipados: El grupo de niños amiguetes, con el listillo, el étnico (el negro), el que hace reír (solía ser el gordito, aquí lo han cambiado por uno que cecea), siempre con sus bicis, con radiotransmisores; La chica guapita que está con el “Rey” del instituto, que suele ser un berzotas arrogante; El inadaptado social; Una organización gubernamental que es el malo de la función; Ello en un entorno de casitas de madera rodeados de bosques misteriosos; Fiestas juveniles; Picores sexuales de la adolescencia; Todo tan previsible como el día y la noche.
Como punto de partida está bien el homenaje a la década de los 80, excelente intro con la música tecno de Michael Stein y Kyle Dixon (miembros de la banda Survive), que de vez en cuando nos suelten pellizcos como los carteles que vemos de films como Tiburón , The Evil Dead , o La cosa, pero luego debe aportar algo de originalidad y frescura, y aquí la serie desbarra, puede y es que si rascamos un poco nos encontramos con que los Duffer son los creadores de otra serie con similares características, te atrapa en los misterios de sus primeros capítulos y a mitad de capítulos la “caga” a base de bien, pues esta en cierto sentido es parecida, esto acentuado por que la dirigen ellos junto a un director del montón, Shawn Levy director de comedias olvidables, como “Noche en el museo” o “Recién casados”. Todo huele cuando se hace una copia, de una copia, de una copia, a que todo es algo bastardeado, los aires spielbergeanos son apuntados pero bombardeados por unos personajes que van de lo jartible a lo insoportable. Cuando a los pocos episodios se agota la melancolía ochentera debería empezar a discurrir una historia, y entonces se emponzoña en un pastiche viscoso, como no hay protagonistas con los que se cree conexión termina por darme igual lo que les pase, su combinación de misterio, terror y suspense fantástico se antoja cansino, sin capacidad alguna de sorprender y sí de cabrear por sus muchas incoherencias narrativas, me extiendo un poco más en spoiler...
El 6 de noviembre de 1983 en la ciudad de Hawkins (Indiana), Will (Noah Schnapp), chico de 12 años de edad, una noche mientras iba a su casa desaparece misteriosamente. Su madre, Joyce Byers (Wynona Ryder), lo buscará desesperadamente con la ayuda del jefe de policía Jim Hopper (Mike Harbour). Los niños amigos de Will, Mike (Finn Wolfhard), Dustin (Gaten Matarazzo), y Lucas (Caleb McLaughlin) realizarán su propia investigación ayudados por una enigmática chica, Eleven (Millie Bobby Brown). Ello mientras una oscura organización gubernamental comandada por el siniestro el Dr. Martin Brenner (Matthew Modine) parece tener algo que ver. También tendrá importancia en la historia el hermano mayor de Will, Jonathan (Charlie Heaton), un asocial adolescente aficionado a la fotografía, Nancy (Natalia Dyer), hermana de Dustin, Steve Harrington (Joe Keery), arrogante novio de Nancy, y Barb (Shannon Purser), amiga de esta última.
Hay una corriente cinéfila pone en valor la década de los 80, prueba son: Attack the Block (Joe Cornish, 2011), Drive (Nicolas Winding Refn, 2011), Super 8 (JJ Abrams, 2011), The Guest (Adam Wingard, 2014) o It Follows (David Robert Mitchell, 2014), Turbo Kid (Anouk Whissell, François Simard y Yoann-Karl Whissell, 2015), o el genial corto Kung Fury (David Sandberg, 2015); Cuando en es probablemente la peor de la historia del cine, grandes males se engendraron en estos años, proliferó una ola de productos meramente mercantilistas, films de acción, violencia individualista rayando en lo justiciero (Stallone, Scwarzi, Chuck Norris,...), otro subgénero de thrillers eróticos (“Nueve semanas y media”, “Instinto básico”,...), y los que plagian en esta serie, la vertiente teenager (quinceañeros), los que se suponían llenaban las salas de cine, donde primaban las historias de amiguetes o bien de niños (“ET”, “Cuenta conmigo”, “Los Gremlins”...), de adolescentes marca John Hugues o el juvenil-terror (“Pesadilla en Elm St.”, “Viernes 13”, “Carrie” ...), o la mezcla de ambos (“Los Goonies”, “Poltergeist”...), donde lo que sobresalía era la superficialidad a favor del divertimento escapista sin capacidad de trascendencia. Y de todas estas cintas tiene un poco y de más esta serie como del cine de John Carpenter, en lo del terror y la música tecno, las historias de terror de Stephen King, hay de la saga “Alien”, todo malmetido en una coctelera pariendo un guión que se lía más y más sin saber hacia dónde se dirige. Adornado con personajes estereotipados: El grupo de niños amiguetes, con el listillo, el étnico (el negro), el que hace reír (solía ser el gordito, aquí lo han cambiado por uno que cecea), siempre con sus bicis, con radiotransmisores; La chica guapita que está con el “Rey” del instituto, que suele ser un berzotas arrogante; El inadaptado social; Una organización gubernamental que es el malo de la función; Ello en un entorno de casitas de madera rodeados de bosques misteriosos; Fiestas juveniles; Picores sexuales de la adolescencia; Todo tan previsible como el día y la noche.
Como punto de partida está bien el homenaje a la década de los 80, excelente intro con la música tecno de Michael Stein y Kyle Dixon (miembros de la banda Survive), que de vez en cuando nos suelten pellizcos como los carteles que vemos de films como Tiburón , The Evil Dead , o La cosa, pero luego debe aportar algo de originalidad y frescura, y aquí la serie desbarra, puede y es que si rascamos un poco nos encontramos con que los Duffer son los creadores de otra serie con similares características, te atrapa en los misterios de sus primeros capítulos y a mitad de capítulos la “caga” a base de bien, pues esta en cierto sentido es parecida, esto acentuado por que la dirigen ellos junto a un director del montón, Shawn Levy director de comedias olvidables, como “Noche en el museo” o “Recién casados”. Todo huele cuando se hace una copia, de una copia, de una copia, a que todo es algo bastardeado, los aires spielbergeanos son apuntados pero bombardeados por unos personajes que van de lo jartible a lo insoportable. Cuando a los pocos episodios se agota la melancolía ochentera debería empezar a discurrir una historia, y entonces se emponzoña en un pastiche viscoso, como no hay protagonistas con los que se cree conexión termina por darme igual lo que les pase, su combinación de misterio, terror y suspense fantástico se antoja cansino, sin capacidad alguna de sorprender y sí de cabrear por sus muchas incoherencias narrativas, me extiendo un poco más en spoiler...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Un refrito de ideas ya muy vistas, que llega a desembocar en lo peor que se puede decir de un producto hecho para entretener, que aburre, alargándose más que la visita de los suegros. Los niños a los que he visto loan en muchas críticas me son espantosos, histriónicos, pasados de vueltas, faltos de alma. Millie Bobby Brown como la rarita con poderes he leído lo bien que lo hace, inaudito, pero si no cambia de rostro en toda la serie, si tiene cara de palo en todo momento, podría ser un Terminator por falta de expresividad que se mueve entre el cuasi-autismo ataráxico y la mirada de en contrapicado, sosa. Gaten Matarazzo es elemento cómico y me llega a resultar irritante. Wynona Ryder lo hace de juzgado de guardia para actores malos, no se puede sobreactuar más, siempre histérica. David Harbour simplemente cumple sin mucha fuerza dramática en su escasa emisión de sentimientos. Hay más pero para seguir acribillándolos mejor paro. Bueno, hablaré de Matthew Modine (inspirada su imagen claramente en David Cronenberg), que el mejor halago es que todos tienen derecho a poder pagar la hipoteca, y es que su papel de villano parece hecho mirando el reloj.
Spoiler:
Al final quedan tantos agujeros y cosas sin explicar que me recuerda en cierto grado a “Perdidos”, tan espesura narrativa: No se sabe al final que pinta la agencia gubernamental? Que busca hacer? Que pretende con la niña? No se entiende que cuando tiene un cocinero a Eleven acogida en una cafetería llegue una agente del gobierno haciéndose pasar por asistente social y en vez de seguir el juego y llevarse a la niña decide drásticamente matar al pobre cocinero, un sin sentido, la única explicación es que son los de esta agencia son unos sádicos que no hacen prisioneros, pero es que no es así, pues el sheriff descubre todo el pastel colándose en la base y no le pasa nada, incongruente. Por no hablar de que se supone una base ultrasecreta y no hacen más que colarse en ella pardillo tras pardillo. El modo tan chusco en que los niños descifran que hay un mundo “del revés”, menuda “morraya”. Lo de poner un cadáver de Will de latex relleno de algodón para que lo hacen, menuda chapuza. Lo de los niños abusones queriendo forzar a Mike a tirarse por un acantilado es para quedarse con que excesivo se queda muy lejos, se pasan varios pueblos, no digamos ya que Dustin se resiste menos que una actriz porno, menuda escena tan falta de mínima credibilidad. En el clímax Joyce y el sheriff se cuelan en la otra dimensión y recatan al niño sin apenas contratiempo, dos mindundis, cuando soldados ultra expertos han fracasado, ja,ja, para colmo les dicen que el aire es irrespirable en este inframundo, y se quitan las máscaras y no pasa algo, pues nada me paso por el forro mis propias reglas. Si ya habían acabado con el monstruo quemándolo Nancy, Steve y Jonathan? Como vuelve a aparecer en el colegio? Porque desaparece Eleven? Porque al final nadie se pregunta donde está Barbara? Es que a nadie le importa? Como han explicado oficialmente que hubieran enterrado al muñeco Will cuando el verdadero apareció? Porque el monstruo se llevó a Will? Porque a Barbara se la come y a Will no? Como lograba comunicarse Will por las luces de Navidad? Y más...
Por que los niños son tan repelentes? Porque copian a “Expediente X” (1993) y calcan escenas de “Under the skin” (2013) si no pertenecen a los 80, también se saltan la década con “Alien” (1979), pero de esta al menos se hizo una secuela en 1986, “Aliens”.
En conjunto me queda una decepcionante propuesta que va de más a muy menos, tanto que no me cuenten entre sus potenciales espectadores para su secuela, me borren. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
Al final quedan tantos agujeros y cosas sin explicar que me recuerda en cierto grado a “Perdidos”, tan espesura narrativa: No se sabe al final que pinta la agencia gubernamental? Que busca hacer? Que pretende con la niña? No se entiende que cuando tiene un cocinero a Eleven acogida en una cafetería llegue una agente del gobierno haciéndose pasar por asistente social y en vez de seguir el juego y llevarse a la niña decide drásticamente matar al pobre cocinero, un sin sentido, la única explicación es que son los de esta agencia son unos sádicos que no hacen prisioneros, pero es que no es así, pues el sheriff descubre todo el pastel colándose en la base y no le pasa nada, incongruente. Por no hablar de que se supone una base ultrasecreta y no hacen más que colarse en ella pardillo tras pardillo. El modo tan chusco en que los niños descifran que hay un mundo “del revés”, menuda “morraya”. Lo de poner un cadáver de Will de latex relleno de algodón para que lo hacen, menuda chapuza. Lo de los niños abusones queriendo forzar a Mike a tirarse por un acantilado es para quedarse con que excesivo se queda muy lejos, se pasan varios pueblos, no digamos ya que Dustin se resiste menos que una actriz porno, menuda escena tan falta de mínima credibilidad. En el clímax Joyce y el sheriff se cuelan en la otra dimensión y recatan al niño sin apenas contratiempo, dos mindundis, cuando soldados ultra expertos han fracasado, ja,ja, para colmo les dicen que el aire es irrespirable en este inframundo, y se quitan las máscaras y no pasa algo, pues nada me paso por el forro mis propias reglas. Si ya habían acabado con el monstruo quemándolo Nancy, Steve y Jonathan? Como vuelve a aparecer en el colegio? Porque desaparece Eleven? Porque al final nadie se pregunta donde está Barbara? Es que a nadie le importa? Como han explicado oficialmente que hubieran enterrado al muñeco Will cuando el verdadero apareció? Porque el monstruo se llevó a Will? Porque a Barbara se la come y a Will no? Como lograba comunicarse Will por las luces de Navidad? Y más...
Por que los niños son tan repelentes? Porque copian a “Expediente X” (1993) y calcan escenas de “Under the skin” (2013) si no pertenecen a los 80, también se saltan la década con “Alien” (1979), pero de esta al menos se hizo una secuela en 1986, “Aliens”.
En conjunto me queda una decepcionante propuesta que va de más a muy menos, tanto que no me cuenten entre sus potenciales espectadores para su secuela, me borren. Fuerza y honor!!!