432/25(28/12/21) Con motivo de la Navidad me suelo ver una versión (delas tropecientas mil que hay) del popular ‘Cuento de Navidad’ (1843) de Charles Dickens, y en esta ocasión le he dado la oportunidad a esta dirigida por el artesano Richard Donner, responsable de los grandes éxitos “La profecía”, “Superman” y la anterior a esta que me ocupa, “Arma Letal”, y ello teniendo como protagonista al gran comediante Bill Murray (aparecen en cameos sus tres hermanos Brian , John y Joel), que a priori parece este remedo de Scrooge un rol hecho a su medida (además, el marketing capitalizó el papel de los Cazafantasmas de Murray, haciendo referencia a sus encuentros con fantasmas en ambas películas), pero mi gozo en un pozo, y es que los problemas y tensiones que hubo entre director y protagonista por las diferentes visiones de la historia quizás repercutieron, o que simplemente el guión (coloca el escenario en una especie de juego de espejos, pues el marco principal es el plató de un programa de tv donde se va a representar en Nochebuena en directo “Cuento de Navidad”) de Mitch Glazer (responsable de otra actualización dickensiana con “Grandes Esperanzas”) y Michael O'Donoghue (responsable de guiones del popular programa televisivo de humor “Saturday Night Live”, donde coincidió con Bill Murray), es malo (con la consabida historia de un protagonista egoísta y que humilla a sus empleados, por lo que es visitado por tres Espíritus de Navidad), pero el resultado final en su conjunto es caótico, anárquico, sin gracia (llega a ser incluso aburrida), con actuaciones que van de lo histriónico (Carol Kane [un hada dando mamporros porque sí], David Johansen, y un chirriante Bobcat Goldthwait), a lo desaprovechado (Robert Mitchum, que no se sabe que pinta en la película), pasando por lo inane de quien lo intenta (Karen Allen y Alfre Woodard).

Una lástima que con los buenos mimbres que había lo que salga sea algo mediocre. Con un desarrollo que prometía en su prólogo de un programa televisivo bizarro, pero que una vez la historia comienza es un despropósito de situaciones encadenadas de modo desordenado, donde el humor discurre entre insípido y la sal gorda, donde el gran Bill Murray demuestra que todos podemos tener un borrón. Película que discurre sin sorpresas, sin emoción alguna, con el arco de desarrollo previsible (y sin gradualidad) con una moralina que me es metida con calzador, y con un final de almibarado que dan arcadas por el ardor que produce tanto azúcar, ello en un clímax rematado por un discurso grimante enalteciendo de modo low-cost la Navidad, con resonancias de incluso loa al terrorismo (si, han oído bien), con ese tipo tomando por las armas un lugar.

Film nominada a un Oscar al Mejor Maquillaje, pero perdió frente a la película de comedia y fantasía “Beetlejuice”.

Feliz Navidad, a pesar de este producto errado. Fuerza y honor!!!