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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Drama Inglaterra, siglo XII. Drama histórico en el que se narran los enfrentamientos entre Enrique II Plantagenet, rey de Inglaterra, y Thomas Becket, que llegó a ser canciller y después arzobispo de Canterbury (desde 1162). Las desavenencias entre ambos comienzan cuando en 1164 (Constitución de Clarendon) el rey lleva a cabo una reforma del sistema judicial que reduce substancialmente las prerrogativas de la Iglesia.(FILMAFFINITY)
20 de abril de 2010
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
122/05(05/04/10) Buena cinta histórica con el elegante sello británico, donde los actores brillan de forma extraordinaria y el guión destila gran fuerza. El argumento está basado en una obra de Anouilh, situado en el Siglo XII, va sobre la pugna entre el Rey de Inglaterra Enrique II (soberbio Peter O’Toole), frente a el arzobispo de Canterbury Becket (excelente Richard Burton), en Inglaterra había un gran choque entre la Iglesia y los intereses del país, y la solución es para Enrique II colocar a su mejor amigo de Arzobispo de Canterbury, Thomas Becket, o sea el que gobierne la curia inglesa, pero una vez es embestido Arzobispo, Becket siente la llamada de Dios y decide defender los intereses de la Iglesia en contra de su mejor amigo y Rey. La historia en su comienzo me recuerda al film de Orson Welles ‘Campanadas a medianoche’, donde un Rey inglés, Enrique IV es un parrandero que lleva en sus andanzas a su mejor amigo, en este caso Falstaff (fantástico Welles), aunque en su desarrollo difiere bastante y se acercar a otra cinta histórica inglesa ‘Un hombre para la eternidad’, donde la amistad de otro monarca, aquí Enrique VIII (Que curioso, todos Enriques) y Tomás Moro, deriva en un enfrentamiento encarnizado donde la integridad y el Honor de Dios es un muro insalvable entre los dos antiguos colegas. El guión de Edward Anhalt es un prodigio de grandes diálogos, donde el cinismo y la pasión se desbordan, creando situaciones de enorme vigor, de las que emocionan, donde las dos fuertes personalidades nos regalan dos soberbias interpretaciones antagónicas una de la otra, mientras Peter O’Toole compone a un soberano extrovertido, carismático, arrollador, que ensombrece a todos con su portentoso carácter, Richard Burton es todo lo contrario, sutilidad, matizado, contenido pero desprendiendo majestuosidad, hidalguía e integridad, los dos juntos paren un duelo magnífico. He leído bastantes críticas de esta película y en ninguna he visto referencia a la evidente relación amorosa-homosexual entre los dos protagonistas, más de una vez Enrique II dice lo mucho que ama a Becket, de ahí lo mucho que le duele que no esté de su lado, no es porque traicione a la monarquía, no es porque traicione su fuerte amistad, es por celos de que Becket ame más a Dios que a él, yo entiendo el argumento como una historia de amor entre dos hombres que evoluciona hacia un dramático desenlace. Tiene el hándicap de estar lastrada por una más que marcada puesta escena teatral, nunca dejas de tener la sensación de estar ante un escenario representando una obra teatral, esto le resta veracidad y dinamismo al relato, parece todo muy artificioso. Recomendable a los que gusten de magnos duelos actorales en medio de hechos históricos. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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