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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Romance. Comedia Continúa el ciclo de Antoine Doinel tras "Los cuatrocientos golpes" y "L'amour à vingt ans". El protagonista (Jean-Pierre Léaud), tras ser expulsado del ejército por insubordinación, visita a su antigua novia, Christine (Claude Jade) cuyo padre le encuentra a Antoine un trabajo temporal como vigilante nocturno de un hotel. Sin embargo, por culpa de un detective privado, pierde el empleo el primer día. Para compensarlo, el detective le ... [+]
7 de febrero de 2010
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
043/05(04/02/10) Nostálgica comedia romántica con el inquebrantable sello Truffaut, una historia que toma por tercera vez al problemático Antoine Doinel (brillante Jean Pierre Leaud en los tres films, actor fetiche de Truffaut), primero fue en ‘Los 400 golpes’, la segunda en el corto ‘L'amour à vingt ans’, incrustado en la cinta ‘L'amour à 20 ans’, y nueve años después de la primera llegamos a esta ‘Besos robados’. En esta tercera comienza con que a este despreocupado y nihilista joven lo han expulsado del ejército, encuentra trabajo en un hotel, del que despiden tras un altercado por un detective, este detective en compensación lo coloca en la agencia detectivesca, donde realiza trabajos de seguimiento e indagaciones, mientras realiza uno en una zapatería se enamora de la deliciosa esposa del dueño Fabienne Tabard (Delphine Seyrig). La cinta se desenvuelve en un clima naif, donde los personajes desprenden superficialidad, presentándonos a toda una galería de personajes excéntricos, donde su tono ligero transmite un humor elegante, en medio de situaciones divertidas refinadas, entiendo yo que queriendo acercarse al estilo exquisito del maestro Lubitsch, donde el romanticismo lo impregna todo, empezando por su enamoradizo protagonista, un inseguro que busca su lugar en el mundo mientras los picores sexuales propios de su juventud le salen a flote. La película posee escenas de un delicadeza dulce, donde los gestos y las miradas denotan ternura, con diálogos brillantes, destacando dos, uno cuando Doinel describe por teléfono a Fabian, maravilloso, el otro cuando Fabian le explica a Doinel la diferencia entre cortesía y tacto, colosal, propio del mejor Lubitsch. Hay una secuencia innecesaria, propia de los dibujos animados pero que a la vez queda muy graciosa, es la de la carta dirigiéndose por un entramado de laberínticas tuberías subterráneas por París hacia su destino, no encaja con la historia pero no estorba. Recomendable obra a los que gusten de buenas comedias románticas. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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