57/01(01/03/23) Divertido vigesimoprimer episodio de la primera temporada de la serie creada para la NBC por Steven Spielberg “Cuentos asombrosos (Amazing Stories)”, formada por historias independientes dirigidas por algunos de los más representativos directores de los años 80, como Martin Scorsese, Clint Eastwood o el propio Spielberg. Todos los episodios tienen una duración de alrededor de 24 minutos, con la excepción de "La misión" y "Ir a la cabeza de la clase" (ambos de 46 minutos).

En este caso me he acercado a ver este capítulo rebotado de uno de los épicos especiales de la serie de animación de “Los Simpson” de la saga ‘Treehouse of Horror’, en este caso el IX (el décimo de la cuarta temporada emitida en 1998), una de las tres sub tramas, donde Homer tuvo un trasplante de cabello del ejecutado en la silla eléctrica Snake, y era poseído por el espíritu de este a través de las raíces del cuero cabelludo y con ello emprendía una ola de asesinatos vengativos. La inspiración al parecer estuvo en este capítulo dirigido por el obrero Irvin Kershner (director de la mítica “El Imperio contrataca”, considerada por muchos la mejor de toda la saga Star Wars), y este a su vez podría estar claramente influenciado por un episodio de la Icónica serie tv 'The Twilight Zone' titulado 'Dead Man's Shoes' de 1962, aunque a mi también me recuerda a la película de Oliver Stone “La Mano” (1981), donde el peluquín es sustituido por una mano. Aquí el guion es de Gail Parent y Kevin Parent (Parientes [sin juego de palabras]? Matrimonio? No lo sé), que desarrolla ágilmente una trama sencilla, muy juguetona, con diálogos jocosos, con un protagonista bien expuesto en sus miserias (toque turbador es ver que en su despacho tiene un retrato de Richard Nixon!), sabedor de la poca cosa que es, como bien le cuenta a su cliente al principio en la celda.

Todo esto apoyado en unos efectos visuales muy artesanales, sin nada de artificio, nada de ordenador, lo cual encaja con el tono bufo del metraje, con delirante imagen recurrente del peluquín arrastrándose por el suelo, es un minutaje enfocado única y exclusivamente en ser provocar risas desde la parodia del género terror, no hay tensión o intensidad dramática, la ligereza es nota predominante. Con momentos risibles, como la primera escena con el encuentro entre el abogado nerd y el calvo criminal en la cárcel, el leguleyo comenta el porqué de su presencia allí (el cliente encerrado ha matado a 3 abogados); como el acusado hace una presentación de si mismo delirante hablando de su esposa e hijos, hay un muy humorístico juego de dobles sentidos del capitán de policía; hay una incursión descacharrante del tupé en una tienda de peluquines que regenta paradójicamente un calco (¿?); hay persecuciones dantescas al peluquín y como va tomando el ‘villano’ huéspedes, incluso como un buen toque visual hay una toma subjetiva del peluquín.

Es un puro entretenimiento, y como ello cumple con creces, aunque le faltaría un final algo más punzante y no el algo plano que tiene. Gloria Ucrania!!!