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Voto de TOM REGAN:
8
6,8
1.272
Terror. Ciencia ficción. Fantástico. Aventuras
En una isla remota, el doctor Moreau (Charles Laughton), un científico un tanto desequilibrado, lleva a cabo extraños experimentos con animales. Su objetivo es transformarlos en seres humanos. Adaptación libre de la novela "La isla del doctor Moreau", escrita por H.G. Wells. (FILMAFFINITY)
1 de julio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
248/48/28(06/21) Notable film que mezcla con habilidad y gran ritmo el terror, ciencia ficción y thriller, bajo la dirección de Erle C. Kenton, filmando el guión de Philip Wylie (“Cuando los mundos chocan”), y Waldemar Young (“Ámame esta noche”), que adaptan por vez primera no silente la famosa novela de HG Wells de 1896 “La isla del Dr. Moreau”, la para mí, mejor versión del libro, producida por Paramount Pictures, que vio en esta producción una forma de aprovechar el auge del cine de terror a principios de la década de 1930, sobre todo los éxitos de la Universal con “Drácula”, “La Momia”, o “Frankenstein”. Con esta última guarda muchos paralelismos la historia tanto que la publicidad intentó ir a rebufo con la publicidad diciendo, "La ciencia intenta crear vida!", en claro guiño al Monstruo de Frankenstein y el modo de crearlo, también hay un clásico megalómano ‘Mad Doctor’ jugando a ser Dios (cosa que él mismo se auto define), y donde su creación se le va de las manos, como en la referida adaptación dela novela de Mary Shelley, donde además se pueden ver (rascando) alegoría al poder totalitario sobre razas inferiores, o también se puede atisbar una metáfora de la Revolución contra el poder, cuando La ley se retuerce a antojo del poder los cimientos de la sociedad se derrumban.
El viajero naufragado Edward Parker (Richard Arlen) es rescatado por un carguero que lleva animales a una isla aislada de los mares del Sur propiedad del Dr. Moreau (Charles Laughton). Después de que Parker pelea con el capitán borracho del carguero (Stanley Fields) por maltratar a M'ling (Tetsu Komai), un pasajero de aspecto extraño con algunas características bestiales, el capitán arroja a Parker por la borda en el bote del Sr.Montgomery (Arthur Hohl), con destino a Isla de Moreau. Cuando Parker llega a la isla, Moreau le da la bienvenida a Parker a su casa y le presenta a Lota (Kathleen Burke), una joven atractiva, pero algo extraña, con poca ropa que parece temerosa y retraída. Cuando los dos escuchan gritos provenientes de una habitación cerrada, que Lota llama "la Casa del Dolor", Parker investiga. Ve a Moreau y su asistente, Montgomery, operando a una criatura parecida a un hombre sin anestesia. Convencido de que Moreau está involucrado en una vivisección sádica, Parker intenta irse, solo para encontrarse con humanoides de aspecto brutal que se asemejan a simios, felinos, cerdos y otras bestias que emergen de la jungla. Aparece Moreau, hace restallar su látigo y ordena al conocido como el Rector de la Ley (Bela Lugosi), un hombre peludo parecido a un lobo, para recitar las reglas contra la violencia (La Ley). Después, los extraños "hombres" se dispersan.
Tiene su gran aliciente en un protagonista sublime en la encarnación de un villano que ha creado escuela, alejado de la caricatura, un tipo elegante, cínico, educado, manipulador, culto, inteligente, jugando con la gente, con un carisma que desborda la pantalla el majestuoso Charles Laughton (el para muchos mejor actor de la historia del cine). Tipo amanerado que se mueve con tremenda soltura con su traje blanco, con autosuficiencia, dominado a los híbridos con su látigo y sus leyes deidíficas. Da vida al científico arrogante que es marginado por sus ideas ‘revolucionarias’ y se encuentra aislado con sus sacrílegos experimentos, donde se rige por la amoralidad más absoluto, rebasando cualquier ética profesional en pos de convertirse en un Dios en su pequeño Reino, regido por sus particulares Mandamientos (no comer carne, no andar en cuatro patas y no derramar sangre), donde la fotografía lo recoge (sabiamente) entre sombras en muchas ocasiones. Donde el quebrar las reglas se paga en la Casa del Dolor, donde Moreau parece dar rienda suelta a su vena sádica
Un film trepidante que hace que sus exiguos 70 minutos resulten extasiantes de principio a fin, donde las elipsis son manejadas de modo formidable en su nitidez expositiva, con una recreación de la lóbrega isla excelente gracias a la gran labor en la dirección artística de Hans dreier (“Perdición” o “Sunset Boulevard”), envuelta en sombras y brumas, ello gracias a una primorosa cinematografía en glorioso b/n de Karl Struss (“Amanecer” o “El Gran Dictador”), de claros efluvios expresionistas, edificando un clima oneroso cuasi-fantasmagórico, irradiando sensación pesadillesca, en su tensa ambientación de carácter amenazante, donde las sombras alargadas, los claroscuros y la oscuridad sobre rostros remarcan el dramatismo de su aura de terror, sustentado en secuencias de brutalidad tremebundas. Donde las bestias que pueblan la isla son en sus apariciones tétricas con esos espantosos híbridos entre humanos y animales, esta impresión alcanzada gracias al brillante maquillaje creado por Wally Westmore (“La Guerra de los Mundos” o “El Profesor Chiflado”), recreando con espectacular realismo a estos seres mitrad hombres, mitad bestias, ello en una galería de diferentes seres, como hombres-perro, hombres-cerdo, u hombres-gorila, extraordinario trabajo que aun hoy casio 90 años después de su estreno resulta asombroso. Y todo esto sin música extradiegética, dejando que sea la historia la que sin manipulación externa t atrape en sus malsanas redes.
Elemento crucial es Lota, la Chica Pantera (bonita pero sin expresividad Kathleen Burke), la para el Dr. Moreau su mejor creación, joven hermosa de apariencia humana (solo sabremos es un híbrido por sus afiladas uñas), vestida con escasa ropa, única hembra en la isla. Con la que pretende ante la irrupción de un visitante hacer un experimento que tiene que ver con el sexo y como ver este instinto en sus creaciones, promoviendo se aparee con el visitante, con este ejerciendo de cobaya sin saberlo. Esto da un tinte aún más perturbador a la situación, donde Moreau se coloca como un Dios frio sin más sentimientos que su afán mesiánico. Es en esta relación artificiosa manufacturada por el Maestro de Marionetas Moreau que será la implosión de la isla... (sigo en spoiler)
El viajero naufragado Edward Parker (Richard Arlen) es rescatado por un carguero que lleva animales a una isla aislada de los mares del Sur propiedad del Dr. Moreau (Charles Laughton). Después de que Parker pelea con el capitán borracho del carguero (Stanley Fields) por maltratar a M'ling (Tetsu Komai), un pasajero de aspecto extraño con algunas características bestiales, el capitán arroja a Parker por la borda en el bote del Sr.Montgomery (Arthur Hohl), con destino a Isla de Moreau. Cuando Parker llega a la isla, Moreau le da la bienvenida a Parker a su casa y le presenta a Lota (Kathleen Burke), una joven atractiva, pero algo extraña, con poca ropa que parece temerosa y retraída. Cuando los dos escuchan gritos provenientes de una habitación cerrada, que Lota llama "la Casa del Dolor", Parker investiga. Ve a Moreau y su asistente, Montgomery, operando a una criatura parecida a un hombre sin anestesia. Convencido de que Moreau está involucrado en una vivisección sádica, Parker intenta irse, solo para encontrarse con humanoides de aspecto brutal que se asemejan a simios, felinos, cerdos y otras bestias que emergen de la jungla. Aparece Moreau, hace restallar su látigo y ordena al conocido como el Rector de la Ley (Bela Lugosi), un hombre peludo parecido a un lobo, para recitar las reglas contra la violencia (La Ley). Después, los extraños "hombres" se dispersan.
Tiene su gran aliciente en un protagonista sublime en la encarnación de un villano que ha creado escuela, alejado de la caricatura, un tipo elegante, cínico, educado, manipulador, culto, inteligente, jugando con la gente, con un carisma que desborda la pantalla el majestuoso Charles Laughton (el para muchos mejor actor de la historia del cine). Tipo amanerado que se mueve con tremenda soltura con su traje blanco, con autosuficiencia, dominado a los híbridos con su látigo y sus leyes deidíficas. Da vida al científico arrogante que es marginado por sus ideas ‘revolucionarias’ y se encuentra aislado con sus sacrílegos experimentos, donde se rige por la amoralidad más absoluto, rebasando cualquier ética profesional en pos de convertirse en un Dios en su pequeño Reino, regido por sus particulares Mandamientos (no comer carne, no andar en cuatro patas y no derramar sangre), donde la fotografía lo recoge (sabiamente) entre sombras en muchas ocasiones. Donde el quebrar las reglas se paga en la Casa del Dolor, donde Moreau parece dar rienda suelta a su vena sádica
Un film trepidante que hace que sus exiguos 70 minutos resulten extasiantes de principio a fin, donde las elipsis son manejadas de modo formidable en su nitidez expositiva, con una recreación de la lóbrega isla excelente gracias a la gran labor en la dirección artística de Hans dreier (“Perdición” o “Sunset Boulevard”), envuelta en sombras y brumas, ello gracias a una primorosa cinematografía en glorioso b/n de Karl Struss (“Amanecer” o “El Gran Dictador”), de claros efluvios expresionistas, edificando un clima oneroso cuasi-fantasmagórico, irradiando sensación pesadillesca, en su tensa ambientación de carácter amenazante, donde las sombras alargadas, los claroscuros y la oscuridad sobre rostros remarcan el dramatismo de su aura de terror, sustentado en secuencias de brutalidad tremebundas. Donde las bestias que pueblan la isla son en sus apariciones tétricas con esos espantosos híbridos entre humanos y animales, esta impresión alcanzada gracias al brillante maquillaje creado por Wally Westmore (“La Guerra de los Mundos” o “El Profesor Chiflado”), recreando con espectacular realismo a estos seres mitrad hombres, mitad bestias, ello en una galería de diferentes seres, como hombres-perro, hombres-cerdo, u hombres-gorila, extraordinario trabajo que aun hoy casio 90 años después de su estreno resulta asombroso. Y todo esto sin música extradiegética, dejando que sea la historia la que sin manipulación externa t atrape en sus malsanas redes.
Elemento crucial es Lota, la Chica Pantera (bonita pero sin expresividad Kathleen Burke), la para el Dr. Moreau su mejor creación, joven hermosa de apariencia humana (solo sabremos es un híbrido por sus afiladas uñas), vestida con escasa ropa, única hembra en la isla. Con la que pretende ante la irrupción de un visitante hacer un experimento que tiene que ver con el sexo y como ver este instinto en sus creaciones, promoviendo se aparee con el visitante, con este ejerciendo de cobaya sin saberlo. Esto da un tinte aún más perturbador a la situación, donde Moreau se coloca como un Dios frio sin más sentimientos que su afán mesiánico. Es en esta relación artificiosa manufacturada por el Maestro de Marionetas Moreau que será la implosión de la isla... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
... Ello en un poderoso crescendo de tensión, cornado por un clímax escalofriante en su fuera de plano que crea en el espectador el fotograma oculto subliminal que suele ser él más aterrador (spoiler).
El defecto puede estar en que la actuación y el personaje de Morau es tan poderoso y arrollador que deja al resto en muy, pero muy secundarios, importando poco lo que les pase, todo muy de manual, todo nos hace querer seguir a Laughton. Esto apoyado en que su feroz ritmo va en detrimento de dar hondura alguna a los personajes
Destacar al legendario Bela Lugosi (icónico Drácula), bajo una gran capa de maquillaje que lo hace irreconocible da en solo dos escenas un tremendo vigor a sus apariciones el Sayer of the Law, gritando las Leyes que Moreau ha impuesto a sus híbridas creaciones
Escena para el recuerdo cuando el Dr. Moreau pregunta varias veces a las criaturas: "Cuál es la ley?" Y ellos responden: "No comer carne, no somos hombres? No correr a cuatro patas. No roer la corteza de los árboles. No derramar sangre".
Rush final: Cuando Moreau dobla las leyes que ha impuesto a su Reino, lo ha colapsado, y sin querer ha espoleado la Revolución contra su Creador, diciendo uno de ellos: “Tú nos hiciste en la Casa del Dolor! Nos hiciste como cosas! No hombres! No bestias! Cosas! En parte hombres, en parte bestias! Cosas!”; Ello remarcado con unos impactantes primeros planos de los híbridos acercándose a cámara de modo inquietante. Las bestias lo acosan y rodean hasta que lo cogen y llevan a la Casa del Dolor, allí lo ponen en la camilla y cogen todo el ‘salvaje’ instrumental para descuartizar a pelo al Dr., vemos lo rodean cual marabunta, y escuchamos los gritos de dolor de Moreau, en una sensación espeluznante.
Cuando la película fue revisada en 1932 por la Oficina Hayes relativamente permisiva anterior a la era del Código, fue aprobada, señalando que algunas juntas estatales de censura podrían objetar una línea que sugiere que el Dr. Moreau sabe lo que era ser como Dios. En cambio, 14 estados rechazaron completamente la película por esa declaración profana y su total aceptación de la entonces controvertida teoría de la evolución humana. Cuando la película se reeditó en 1941, se envió para su revisión a la Administración del Código de Producción, que hizo cumplir estrictamente las restricciones del Código de Producción de Películas. Para obtener la aprobación para estrenar la película, se cortaron todos los diálogos que sugirieran que el Dr. Moreau creó de alguna manera a los hombres-bestia; La película fue examinada y rechazada un certificado tres veces por la Junta Británica de Censores de Cine, en 1933, 1951 y 1957. El motivo de la prohibición inicial se debió a escenas de vivisección; Es probable que la Ley de Cinematograph Films (Animals) de 1937, que prohibía la representación de la crueldad hacia los animales en los largometrajes lanzados en Gran Bretaña, fuera factor significativo en posteriores rechazos de la BBFC. Entre las objeciones de BBFC estaban las referencias a "cortar a un hombre vivo en pedazos", y el Dr. Moreau diciendo "Sabes lo que significa sentirse como Dios?" También sintieron que la película que muestra la evolución biológica bajo el control humano era "repulsiva" y "antinatural".
El autor del libro, HG Wells, expresó abiertamente su disgusto por la adaptación cinematográfica, sintiendo que los elementos de horror abiertos eclipsaban la importancia filosófica más profunda de la historia. "Y respondió con abierta satisfacción cuando la película fue prohibida en Inglaterra".
Desde entonces se han realizado dos películas basadas en la misma novela de HG Wells. El primero fue lanzado en 1977 y está protagonizado por Burt Lancaster como el médico. El segundo salió en 1996, con Marlon Brando como Moreau. En la muy similar “The Twilight People” (1973), la actriz Pam Grier interpretó a la mujer pantera.
Me queda una obra a reivindicar. Fuerza y honor!!!
El defecto puede estar en que la actuación y el personaje de Morau es tan poderoso y arrollador que deja al resto en muy, pero muy secundarios, importando poco lo que les pase, todo muy de manual, todo nos hace querer seguir a Laughton. Esto apoyado en que su feroz ritmo va en detrimento de dar hondura alguna a los personajes
Destacar al legendario Bela Lugosi (icónico Drácula), bajo una gran capa de maquillaje que lo hace irreconocible da en solo dos escenas un tremendo vigor a sus apariciones el Sayer of the Law, gritando las Leyes que Moreau ha impuesto a sus híbridas creaciones
Escena para el recuerdo cuando el Dr. Moreau pregunta varias veces a las criaturas: "Cuál es la ley?" Y ellos responden: "No comer carne, no somos hombres? No correr a cuatro patas. No roer la corteza de los árboles. No derramar sangre".
Rush final: Cuando Moreau dobla las leyes que ha impuesto a su Reino, lo ha colapsado, y sin querer ha espoleado la Revolución contra su Creador, diciendo uno de ellos: “Tú nos hiciste en la Casa del Dolor! Nos hiciste como cosas! No hombres! No bestias! Cosas! En parte hombres, en parte bestias! Cosas!”; Ello remarcado con unos impactantes primeros planos de los híbridos acercándose a cámara de modo inquietante. Las bestias lo acosan y rodean hasta que lo cogen y llevan a la Casa del Dolor, allí lo ponen en la camilla y cogen todo el ‘salvaje’ instrumental para descuartizar a pelo al Dr., vemos lo rodean cual marabunta, y escuchamos los gritos de dolor de Moreau, en una sensación espeluznante.
Cuando la película fue revisada en 1932 por la Oficina Hayes relativamente permisiva anterior a la era del Código, fue aprobada, señalando que algunas juntas estatales de censura podrían objetar una línea que sugiere que el Dr. Moreau sabe lo que era ser como Dios. En cambio, 14 estados rechazaron completamente la película por esa declaración profana y su total aceptación de la entonces controvertida teoría de la evolución humana. Cuando la película se reeditó en 1941, se envió para su revisión a la Administración del Código de Producción, que hizo cumplir estrictamente las restricciones del Código de Producción de Películas. Para obtener la aprobación para estrenar la película, se cortaron todos los diálogos que sugirieran que el Dr. Moreau creó de alguna manera a los hombres-bestia; La película fue examinada y rechazada un certificado tres veces por la Junta Británica de Censores de Cine, en 1933, 1951 y 1957. El motivo de la prohibición inicial se debió a escenas de vivisección; Es probable que la Ley de Cinematograph Films (Animals) de 1937, que prohibía la representación de la crueldad hacia los animales en los largometrajes lanzados en Gran Bretaña, fuera factor significativo en posteriores rechazos de la BBFC. Entre las objeciones de BBFC estaban las referencias a "cortar a un hombre vivo en pedazos", y el Dr. Moreau diciendo "Sabes lo que significa sentirse como Dios?" También sintieron que la película que muestra la evolución biológica bajo el control humano era "repulsiva" y "antinatural".
El autor del libro, HG Wells, expresó abiertamente su disgusto por la adaptación cinematográfica, sintiendo que los elementos de horror abiertos eclipsaban la importancia filosófica más profunda de la historia. "Y respondió con abierta satisfacción cuando la película fue prohibida en Inglaterra".
Desde entonces se han realizado dos películas basadas en la misma novela de HG Wells. El primero fue lanzado en 1977 y está protagonizado por Burt Lancaster como el médico. El segundo salió en 1996, con Marlon Brando como Moreau. En la muy similar “The Twilight People” (1973), la actriz Pam Grier interpretó a la mujer pantera.
Me queda una obra a reivindicar. Fuerza y honor!!!