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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
4
Acción Un grupo de camioneros forman una larga caravana para protestar contra un despótico y arbitrario sheriff que ha arrestado a uno de los suyos. (FILMAFFINITY)
9 de julio de 2012
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
150/04(08/07/12) Posiblemente la peor película de un Sam Peckinpah en decadencia, su penúltima realización es un despropósito de road-movie sin pies ni cabeza que deja traslucir que tras las cámaras no estaba un Bloody Sam en forma, era un hombre alcoholizado y drogado que no podía apenas mantenerse en pie, de hecho gran parte del film lo rodó el director de segunda unidad, su amigo James Coburn, mientras Sam se recluía en la caravana a pasar las horas. Martin ‘Rubber Duck’ Penwald (inane Kris Kristopherson) es un camionero que conduce un Mack con materias explosivas, tras varios problemas de abuso de poder con un arrogante sheriff, ‘Dirty Lyle’ Wallace (pasado Ernest Borgnine), se tiene que poner en fuga por el estado de Arizona hacia Nuevo México, a él se le van uniendo otros camioneros, formando un convoy interminable de camiones, una caravana de rebeldes sin causa que se convierten en un fenómeno nacional con gran cobertura mediática, a los que el ambicioso gobernador de Nuevo México quiere manejar en año de elecciones. Está basado el relato en una canción country de 1975 de W. C. McCall y Davis Chip acerca de un enfrentamiento entre unos camioneros y la ley. Tiene señas de identidad del cine de Peckinpah, un western moderno, donde los vaqueros cambian los caballos por camiones, los desiertos polvorientos por carreteras interminables, con violencia, sexo y dosis de humor, donde los temas de la amistad, la lealtad, el espíritu libre de la individualidad, la misoginia, la crítica al poder establecido están envueltos en el nihilismo de sus protagonistas, hay escenas a cámara lenta, un homenaje parodia al final de ‘Grupo Salvaje’ cuando varios camiones se ponen en paralelo para enfrentarse al enemigo, pero todo esto está puesto al servicio de un guión penoso de B. W. L. Norton, tanto fue así que Peckinpah animó a los actores a improvisar para dar frescura, y es que el desarrollo resulta confuso, no se entiende nada del comportamiento de nadie, no se sabe que es lo que reclama el convoy, no se sabe lo que ofrece el gobernador, pretenden huir todos a México como si tal cosa, como si aún estuviéramos en el Salvaje Oeste y solo con cruzar Río Grande los problemas de justicia se acabaran, patético, los personajes son clichés sin alma, empezando por Kristopherson, siguiendo por una desaprovechada Ali McGraw, que un Mack le pasara por lo merecería el lumbreras que le aconsejó ese horrendo look, aparte de hacer de mujer florero y solo sirve para apuntar la misoginia de Peck. Las escenas de acción se suceden en un carrusel mediocre por lo que es de esperar del genio que alumbró ‘Grupo Salvaje’, ‘La Huída’ o ‘Pat garret & Billy The Kid’, la estrafalaria pelea en el bar, la cómica persecución por los caminos donde los coches de la policía son manejados por incompetentes, el ridículo rescate de calabozo de un camionero y por supuesto su bufonesco final, y todo a cámara lenta cargante. (Continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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