79/07(07/04/12) Film polaco con pretensiones que rememora de un modo simplista un episodio histórico épico propio, poco después acabada la Gran Guerra rechazaron al arrollador ejército soviético que con Lenin a la cabeza pretendía extender el manto de ‘su comunismo’ por toda Europa, una de sus etapas era aplastar este país pero a las puertas de la capital fueron vencidos en el llamado ‘Milagro del Vístula’. Utilizan el manido recurso de hilo conductor de una pareja de enamorados, Ola Raniewska (Natasza Urbanska) y Jan Krynicki (Borys Szyc), son de Varsovia y acaban de casarse, ella es una bella cantante en un cabaret y el es un soldado, un gerifalte militar está encaprichado de Ola por lo que manda a la Guerra a Jan, allí tras un malentendido es acusado de colaboracionista y condenado a muerte, pero atacan los rusos y pasa a enrolar sus filas, Ola mientras sufre por no saber nada de su marido y el gerifalte la acosa. Con estos mimbres se quiere hacer una radiografía propagandística-nacionalista del conflicto desde el punto de vista de los invadidos polacos, se quiere hacer a dos niveles uno es la trama de estos amados y el otro sucede en las altas esferas del mando, donde vemos al líder militar polaco, el Comandante Supremo Josef Pilsudski (Daniel Olbrychski) como maneja sus escasas fuerzas e intenta motivar a su nación atacada y por el otro están los archiconocidos Lenin (Viktor Balabanov), Stalin (Igor Guzun) y Trotski (Krzysztof Dracz), como con su afán pan-bolchevique pretendían instaurar un régimen socialista en toda Europa, se justifica de modo rudimentario el porqué de esta guerra <Liberar a todos los proletarios del yugo de los empresarios, aristocracia e Iglesia>, resaltando un salvaje desprecio por la vida humana en bien de la colectivización, asistimos a como preparan sus estrategias militares en plan docudrama, quedando esto en un interés pedagógico que no va más allá, el ejército soviético es retratado como crueles e inhumanos, unos guarros violadores que arrasan con todo, en el otro lado una nación que acababa de de obtener la independencia y que un Goliath se la quería comer. Los valores fílmicos son irregulares, donde solo resalta la magnífica fotografía de Slawomir Idziak (‘Black hawk derribado’, ‘Gattaca’ o ‘El Rey Arturo’) y las escenas de batallas, bien desarrolladas, destacando la carga de caballería, pero en su relato romántico patina mil y un clichés, las dosis de humor son bastante pueriles, la emoción es nula, te da igual lo que les pase a los protagonistas, la empatía con ellos es cero, la evolución de la narración queda como una compilación de postales panfletarias sin fuerza dramática pues todo huele a artificioso. Como curiosidad decir que es la primera película polaca realizada en 3D. Fuerza y honor!!!