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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Comedia En la época de la Ley Seca (1920-1933), Dave es un contrabandista de alcohol que está a punto de cerrar un trato importante con un mafioso de Chicago. Como las manzanas de la mendiga Annie siempre le han dado suerte, envía a uno de sus hombres a buscarla para cerrar la operación. Pero Annie está completamente desesperada: su hija, a la que no ve desde hace muchos años, llega de Europa acompañada de su novio y de su suegro, unos ... [+]
20 de enero de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
20/20(19/01/22) Irregular (teniendo buenos puntos a su favor, tiene también bastante ‘michelín’) canto de cisne (aunque vivió hasta los 94 años su última dirección de una película la hizo con 64; Capra explicó por qué se retiró: “Porque lo hice todo. Ahora deja que lo hagan los más jóvenes”) de uno de los directores más populares del Hollywood Clásico, el siciliano Frank Capra con todas una plétora de films reconocidos, todas ellas obras idealistas que observaban al individuo como poderoso catalizador de cambios, siempre ayudado por la bondad inherente a la sociedad (en este caso se unen grupos tan disonantes como mendigos, criados, gangsters, policías, y políticos poderosos), y precisamente esto ha quedado bastante anticuado con el tiempo, esta visión buenista del mundo. Films que cuando era adolescentes me resultaron fascinantes en su visión optimista del mundo, pero de mayor la visión se agria.

Capra se movió en terreno conocido al hacer un remake de su propia película de 1933, “Lady for a Day”, calca el argumento, cuento de hadas mezclado con cine de gangsters, añadiéndole más personajes, y alargando situaciones, hace que el metraje se extienda de los originales 95 minutos, a los desproporcionados 136. Protagoniza Bette Davis y Glenn Ford (también ejerce de productor, lo cual llevó muchos roces con Capra), producida y dirigida por Frank Capra, con guión de Hal Kanter (“La rosa tatuada”) y Harry Tugend (“Nace una canción”), se basó en el guión de Robert Riskin para la película de 1933, adaptado del cuento de 1929 de Damon Runyon "Madame La Gimp". Capra tras su estreno dijo preferir la nueva versión al original. La película fue un gran fracaso taquillero.

Tiene comienzo ágil, delirante reunión en la Pequeña Suiza (un camión de mudanzas) entre ‘El Rey’ (estupendo Sheldon Leonard) de los mafiosos y ‘El Dandy’, con un chaquetón de por medio dando juego, con negociación descacharrante, aparición del acapara-escenas ‘El Alegre’. Con estrafalaria disputa física, se despedaza la ropa una pareja, presentación del ‘lumpen’ de mendigos con su ‘Reina’ y cohorte, parece salida del film “Freaks”, de hecho el enano está en el controvertido film (Angelo Rossitto, también la que hace de muda Ellen Corby, y el que hace de lisiado sin piernas Edgar Stehli), tenemos jocosa transformación en el hotel de Annie la vendedora de manzanas en elegante mujer de clase alta (con chiste homófobo visto hoy día), vista en ‘Toque Lubitsch’ con la elipsis y el después saliendo agotados todo el cuantioso equipo der trabajadores. Pero en cuanto aparece el barco con la hija, su novio y el padre de este, la cinta se parte en dos. Por un lado todo lo referente a Annie con su retoña, su futuro hijo político y su repipi co-suegro, un ultra almibarado cuento de hadas, una oda a la clase alta grimante, donde el momento canción (esctrita por Capra especialmente para la escenas, "I Gave My Love a Cherry") entre los enamorados me provocó un amago de arcadas; por otro tenemos la parte de las artimañas para crear esta falsa realidad, ello en paralelo con las negociaciones con un alto mafioso de Chicago. Es aquí donde la película gana, aun con sus desequilibrios, siendo uno de los grandes momentos la reunión con los gangsters y las cabareteras para aleccionarlos (recordándome a Luca Brasi cuando farfullaba al inicio de "El Padrino" como felicitar a su jefe).

Glenn Ford hace da bien con el carácter de este mafioso ‘Dave the Dude’ (En España traducido como ‘El Dandy’) que en realidad no aparenta haber roto un plato en su vida, es el que tiene el arco de desarrollo, tipo del que sabemos emana bondad, a pesar de sus ramalazos de mala leche, a pesar de que oímos hablar de cadáveres por el rio, de amenazas mortales, puede aparentar ser un sinvergüenza, pero sabemos siempre hará lo ‘correcto’, aunque le falta un punto de macarra que le hubiera venido bien para compensar tanta caramelo, de hecho Capra dijo que Ford no estaba bien para el papel (El originalmente tuvo fichado a Frank Sinatra que al final por desavenencias con el guión se marchó). Aunque cumple, con buenos momentos, como esa pelea con su novia en el hotel, delirante, o en el tramo final en la reunión con la policía; Bette Davis va de más a muy menos (Shirley Booth, Helen Hayes, Katharine Hepburn y Jean Arthur rechazaron el papel. Se lo dieron por recomendación de Glenn Ford, paradójicamente hizo unas declaraciones condescendientes para ella que los enconaron) pues en la parte que hace de desarrapada vendedora de manzanas lo borda y se nota a gusto, como una mugrienta ‘Jefa’ de mendigos, pero cuando se transmuta en señoritinga de clase alta desaparece (por cierto, no vi entre los que entraron a realizar la metamorfosis de Annie a ningún hipnotizador capaz de hacerle hablar lo educado y cultamente que lo hace, en contraposición con el habla barriobajera que tenía, no vimos al Pigmalión exprés de “My Fair Lady” actuar), se convierte en una figura de mármol que no pinta mucho en su propia historia, desaprovechando Capra el enorme talento de la Mítica actriz.

Film vistoso, que transmite vitalidad y buen rollo, pero que se pasa con el almíbar, tiene momentos muy divertidos, actuaciones vigorosas, pero también un exceso de melaza que provoca hasta ardores, ello para un alargadísimo metraje para lo poco que se cuenta. Posee un tremendo elenco interpretativo, nutrido de actores clásicos secundarios que destacan en la dualidad que es las películas, pues por un lado tenemos al ‘lumpen’ con sus artimañas, mafia, secuestros, matones, cabareteras, estafadores, y tenemos al otro lado, el concerniente al cuento de hadas azucarado. Para el primero y jugoso de los mencionados lados tenemos al gran Thomas Mitchell en su último papel en cine (murió un año después del estreno de la película), dando vida a un pícaro juez venido a menos que ahora se dedica a timos en las salas de billares, pero que poseer un Don en la labia proverbial;
;... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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