Este sólido policiaco de la exótica cinematografía coreana (del sur), sorprende muy gratamente con una historia al parecer basada en hechos reales que nos da un autentico peliculón que se ve de un tirón .
La dirección , actores, música, fotografía, vamos , todo el film, es sorprendente por su calidad.
Es para que nos entendamos una especie de Harry El Sucio, al estilo oriental, sin nada que envidiar, al recordado clásico de Don Siegel.(Perdón por la herejía para muchos de esto último)...
La película no deja muy bién a la policía Surcoreana, que nos da a entender que para acabar con las mafias vale casi todo, y es de agradecer a los guionistas coreanos su valentía, que por otra parte no se suele ver por ejemplo en occidente, donde oficialmente policías, jueces, etc, son unos santos.
Película para disfrutar durante sus dos horas, eso sí, es muy violenta, como el mundo real, ya que la realidad supera siempre la ficción...