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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
9
Thriller. Drama Arthur Fleck (Phoenix) vive en Gotham con su madre, y su única motivación en la vida es hacer reír a la gente. Actúa haciendo de payaso en pequeños trabajos, pero tiene problemas mentales que hacen que la gente le vea como un bicho raro. Su gran sueño es actuar como cómico delante del público, pero una serie de trágicos acontecimientos le hará ir incrementando su ira contra una sociedad que le ignora. (FILMAFFINITY)
8 de octubre de 2019
43 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Joker" viene fuerte porque es un pedazo de película y porque nos regala algo que nos gusta mucho a los aficionados al cine: un fenómeno. Un fenómeno para disfrutar de un largo recorrido de emocionantes expectativas: un fenómeno para formar parte de él; un fenómeno para adorar, o para odiar. Algo que nos hace no sólo sentarnos con ganas en la butaca del cine, sino hacer algo tan insólito a día de hoy como...ir al cine.

Desde el inicio de su existencia, la película de "Joker" apuntaba a ser una rareza. La elección de un actor tan poco mainstream como Joaquin Phoenix, su coalición con un director tan mainstream como Todd Phillips, una supuesta película de superhéroes con un trailer tan desolador como el de una de Ken Loach, y sobre todo, la manera en que se desmarcaba de todo lo producido por DC hasta entonces. El estreno, la locura: gana el León de Oro en Venecia (un festival para el que una película como "Joker" es como un tiburón en una piscina) y recibe lo mejor que se le puede regalar a una historia como ésta: críticas entusiastas y montones de controversia. Que hablen de ella, aunque sea mal.

Un fenómeno es tan interesante por lo que es como por todo el tsunami que arrastra a su alrededor. Que ocurra un acontecimiento cinematográfico de este calibre siempre es una buena noticia. Significa que el cine sigue vivo.

"Joker" es, en esencia, una película muy sórdida, muy bien rodada, con un Joaquin Phoenix como la tragicómica marioneta de un destino tan caprichoso como las bromas de un payaso. La historia se las arregla para hablar del misterio del origen de este personaje, sin necesidad de despojarle de su misterio, con lo cual consigue un doble objetivo: que empaticemos con este cruel villano, pero sin acabar de identificarse con él. Además de que no tiene desperdicio en una sola de sus escenas, contiene una de esas secuencias extraordinarias que por sí solas justifican toda la existencia de la película.

El "Joker" despierta polémica. Porque está formulada desde un cierto realismo y nos invita a creérnosla lo suficiente como para cuestionar qué clase de oscura complacencia nos despierta una historia en la que el débil se harta de su debilidad de la manera más cruda y peligrosa que pueda imaginarse. En una versión políticamente correcta de "Joker", Joaquin Phoenix renacería de los abusos y contratiempos que padece, como el ave que lleva su nombre y se metería a cursillos de autoestima y talleres de chakras, donde descubriría cómo sanar a su niño psicópata interior. Sin duda esta versión sería mucho más intachable, pero mucho menos excitante.

"Joker" es una película que gustará a muchísimos cinéfilos; también gustará a muchos espectadores; y sin duda, de una manera tan extraña y oscura como su mismo personaje, entusiasmará (en secreto) a todos aquellos que desearían ver, por unos instantes, como se puede llegar a empoderar una persona verdaderamente cabreada con el mundo. Un mundo en el que se espera que las víctimas bajen la cabeza y que los raros, los tarados, los enfermos, los diferentes, sean silenciados.

¿Y no os parece un fenómeno que podamos hablar de estas cosas ante una película de supervillanos?
Neathara
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