Imprescindible y necesario.

Son las dos palabras con las que definiría a este documental, un buen ejemplo de lección que, en mi humilde opinión, debería ser "obligatorio" en cualquier clase de ciencias secundarias, en cualquier colegio del mundo.
Y digo lo de obligatorio, porque como bien dice Dawkins, no se trata de inculcar la evolución a las nuevas generaciones, se trata de mostrarle las pruebas y que sea la gente misma quién decida si eso es valido o no. Es decir, darles la oportunidad de escoger y poner en práctica su propia capacidad de juicio, más allá de arraigadas creéncias religiosas aceptadas porque sí.

El único pero que puede tener, es caer en el viejo conflicto ciencia-religión, por el que tanta debilidad tiene Dawkins, y que tantas veces ha defendido en libros y otras publicaciones.
El apasionante tema de la evolución, paradigma de modelo científico, nos es mostrado desde sus comienzos y a ojos de su creador, Chares Darwin.

"La primera gran virtud del hombre fué la duda, el primer gran defecto la fé"