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Voto de besgowski:
8
Bélico. Drama Famosa producción de Dino de Laurentiis sobre las guerras napoleónicas. Cuenta con un extenso reparto de primeras figuras de la época, miles de extras del ejército soviético. Fue dirigida por Sergei Bondarchuk, que dos años antes había conseguido el Oscar a la mejor película extranjera para la Unión Soviética con "Guerra y Paz", una adaptación de la novela homónima de Tolstói. (FILMAFFINITY)
22 de febrero de 2010
62 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 18 de junio de 1815 Napoleón se lo jugaba todo en Waterloo. Acababa de regresar del exilio y las grandes potencias europeas le habían declarado enemigo número uno. Necesitaba a toda costa un Austerlitz, un éxito arrollador para afianzar su posición. Pero ese día se enfrentaba al ejército británico comandado por Lord Wellington, mientras que el maltrecho pero aún peligroso ejército prusiano se encontraba cerca del campo de batalla.

Todo esto nos cuenta esta interesante película sobre una de las batallas más famosas y decisivas de la historia de Europa. Los actores Rod Steiger y Christopher Plummer dan vida a unos creíbles Napoleón y Wellington, respectivamente, y es en ellos donde recae todo el peso interpretativo de la película. Por otro lado, asombra la puesta en escena y el gran despliegue de miles de efectivos que conforman los ejércitos en contienda, siendo un placer contemplar los continuos planos largos de los regimientos avanzando hacia el combate. La carga de los coraceros al mando del mariscal Ney contra los cuadros ingleses es simplemente espectacular. Todo ello, además, sin ningún efecto especial.

No obstante, quizás es el abuso de los planos largos lo que hace que se eche de menos una mayor profundización en la batalla, faltando primeros planos que muestren la dureza y violencia de la lucha. Aun así, "Waterloo" es una interesantísima película histórica, además de ser muy entretenida. Respeta todo lo que aconteció aquel día, abordando, aunque a veces de manera muy general, todos los momentos clave de la batalla, como el asalto al castillo de Hougoumont o la llegada de los prusianos. A pesar de que todos conozcamos el desenlace de la batalla, el director sabe mantener la tensión hasta el último momento, pues el resultado de Waterloo fue hasta el final incierto.

Ante la falta de interés de la industria cinematográfica por este tipo de películas, toca reivindicar “Waterloo” más que nunca. No estaría mal que James Cameron se dejara de tantos avatares y con los presupuestos que maneja se pusiera a revisar las guerras napoleónicas. Anda que no serían taquillazos una actual visión de Waterloo o una epopeya sobre la campaña de 1812.
besgowski
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