"Blue Jean Cop" no podría ser más ochentera. Dos protagonistas carismáticos y extravangates, Peter Weller y Sam Elliott perfectos en el papel de antihéroes de vuelta de todo. Un argumento mil veces visto (policías corruptos trabajando para narcotraficantes) pero siempre interesante. Y unas escenas de acción trepidantes donde brilla un extraordinario equipo de especialistas y dobles jugándose el cuello en cada toma, nada de infografía.

Es decir, cuenta con todos los ingredientes del thriller de acción de la época, pero desgraciadamente no en la proporción adecuada para haberse convertido en algo más de lo que es: un clásico buscadísimo de los videoclubs de barrio de cualquier población española en los años 80. Con un guión mínimamente sólido en lugar del pésimo hilo argumental que tiene, unas relaciones interpersonales más trabajadas y menos ridículas que las que mantiene Weller con las dos actrices secundarias (de vergüenza ajena), unos diálogos menos patéticos y unos villanos con más peso, "Blue Jean Cop" podría ocupar el mismo lugar que otros clásicos del género de esa época como "FX Efectos Mortales", "Tango & Cash", "Acero azul", "Le llaman Bodhi" o joyas de la serie B de acción y fantasía ochentera como "Hidden" o "Temblores".

Aún con todas sus evidentes limitaciones, la película se ve en un pimpam. Su escasa duración y, como ya destaco más arriba, unos Weller y Elliott derrochando carisma en cada escena, más unas espectaculares escenas de acción (las de mayor realismo, no todas, porque la escena final es una auténtica astracanada) de una factura técnica impecable, hacen de Blue Jean Cop un divertimento que satisfará a todo aquel conneiseur de un género desgraciadamente desaparecido.