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España España · Barcelona
Voto de Ed Lauter:
2
Acción. Ciencia ficción Un robot de guerra se descontrola y una banda de duros militares son contratados para cazarlo. (FILMAFFINITY)
13 de marzo de 2020
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Delirante explotation marca de la casa Bruno Mattei, esta vez mezclando dos recientes pelotazos de taquilla a nivel mundial: "Depredador" de John McTiernan y "Robocop" de Paul Verhoeven. Ni más ni menos que dos obras maestras de la acción y la ciencia-ficción en la coctelera de uno de los directores más jetas de la historia del cine.

La película calca el hilo narrativo de "Depredador", con un grupo de soldados de élite norteamericanos elegidos para una supersecreta misión en una desconocida selva centroamericana. Tan secreta es la misión que en ningún momento nos dicen de qué se trata, aunque sí sabemos que el elegido por el alto mando para acompañar al grupo como consultor (Mascher) tiene su propia agenda, con la orden de mantenerla oculta al resto del comando tanto tiempo como sea posible. Una vez en la selva, además de descubrir un montón de cadáveres putrefactos, el comando nota la presencia de algo o alguien que les sigue camuflándose entre la vegetación, y que poco a poco irá eliminando a los miembros de la tropa.

Efectivamente es el mismo argumento de "Depredador" pero rodado con un presupuesto digamos... más ajustado. Por supuesto que influyó en el film a todos los niveles, desde los efectos especiales (más propios de cualquier fiesta de Moros y Cristianos) a un elenco actoral de saldo donde destaca por encima de todos el voluminoso a la par que inexpresivo Reb Brown, el sosias de Arnold Schwarzennegger en la peli de McTiernan como líder del comando militar. Brown, físicamente un Ryan O'Neal chutadísimo de esteroides, contaba con un currículum importante de films bélicos de mayor o menor renombre como "Más allá del valor" o "Muerte de un soldado" además de varios papeles destacables en cintas de acción de medio pelo. La experiencia debió gustarle porque repitió en otro subproducto dirigido por Bruno Mattei -Strike Commando- poniéndose en la piel de un Sylvester Stallone o un Chuck Norris de bazar chino barriendo vietnamitas.

La bomba argumental reside en que el cazador -de nombre Omega-1- no es otra cosa que un robot mitad máquina, mitad humano creado por la inteligencia militar estadounidense para convertirlo en el soldado perfecto e invencible (¿os suena "Robocop"?), y al que el consultor Mascher debe evaluar (¿os suena "Alien"?) enfrentándolo a la flor y nata del ejército estadounidense en mitad de la jungla. De este sorprendente tres en uno sale "Robowar", un truño fílmico de muchos quilates.

Por lo demás sólo la recomiendo a degustadores de cine trash y explotation con estómago muy curtido. Me parece disfrutable exclusivamente para echarse unas risas comparando las muchas escenas inspiradas en la cinta de McTiernan. Secuencias que sobrecogen de tensión en la película original y que provocan carcajadas a mandíbula batiente en su versión italiana.

¡Larga vida a Bruno Mattei!
Ed Lauter
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