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Voto de The Motorcycle Boy:
5
Terror Una pareja que está de viaje llega a un apartado pueblo de Nebraska, un lugar donde no hay adultos, sólo niños y adolescentes. El terror se apodera de la pareja cuando descubre la causa de esta extraña situación. Los niños forman una fanática comunidad religiosa que rinde culto a una extraña deidad de los campos de maíz. Cuando llegan a los 18 años, han de ser sacrificados. Primera adaptación al cine del relato de Stephen King "Los chicos del maíz". (FILMAFFINITY) [+]
5 de marzo de 2009
54 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos en Gatlin, un pueblecito perdido por las lejanas tierras de Nebraska. Un pueblo con algo especial, sólo habitan en él niños. La música está prohibida. Los juegos no deben existir. Pintar es un pecado. Y, sobre todo, un pueblo en el que los niños asesinan a sus padres. Un pueblo en el que ser mayor de edad, es motivo para pasar a 'mejor vida'. A este lugar remoto, por circunstancias del destino, irán a parar una joven pareja de enamorados. Una pareja que se extrañará ante las calles desiertas del pueblo, ante la ausencia de cualquier indicio de vida en ella. Una pareja que caerá incomunicada entre los maizales y las calles de la localidad, una pareja que tratará de sobrevivir ante la presencia amenazante de los chicos del maíz.

Los que la vimos en su momento, sufrimos con ella, nos aterrorizamos con sus escenas. O sino, ¿A quién no inquietó en su día el malvado Malachai?, ¿Quién no se asustaba al ver como los niños perseguían al joven doctor?, ¿Alguien no se asustaba al oír las aterradoras palabras del profeta Isaac?, ¿Qué chaval de aquel entonces no sentía el corazón latiendo a mil por hora cuando el pequeño muchacho intentaba huir por los maizales?. Sin embargo, pasados los años, uno revisa 'Los chicos del maíz' y se da cuenta de que el tiempo no pasa en balde para este tipo de cintas. Lo que en su día producía miedo y asfixia, hoy llega a provocar risa y bostezo. Una cinta, para desgracia de todos los que pasamos miedo en su día con ella, que no ha envejecido bien con el tiempo. Pese a ello, siempre recordaremos ese pueblo desierto. A ese joven pelirrojo al que tanto miedo teníamos. Ese bar en el que los adultos nada podían hacer. Al viejo mecánico y su perro aterrados en su pequeño taller. Nadie, de aquella generación, olvidará al que camina detrás de la fila. Todos recordaremos con nostalgia aquel pueblo llamado Gatlin y sus maizales.
The Motorcycle Boy
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