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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
6
Drama Narra la historia de un joven que sufre abusos y acoso escolar en una escuela rural cubana. Durante la década de los 70 comenzó en Cuba un régimen de enseñanza interna en el que los alumnos debían compartir sus jornadas entre el estudio y el trabajo agrícola. La falta de disciplina y el poco control sobre los estudiantes dieron lugar a graves problemas sociales en muchas de esas escuelas. (FILMAFFINITY)
30 de marzo de 2017
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Terminando de ver “Camionero” (2012) de Sebastián Miló con Antonio Alonso, Héctor Medina, Reinier Díaz, Osvaldo Doimeadiós, Broselianda Hernández, entre otros. Dramático cortometraje de 30 minutos sobre el acoso y suicidio escolar, inspirado en el cuento “A la vencida va la tercera” de Yomar González; es el primer audiovisual cubano que recoge este fenómeno de una manera frontal y sin eufemismos. Muestra el juego de poderes en rituales de auto/reafirmación, a partir del quebrantamiento de otros, y de externalización/exorcismo de las debilidades propias en sujetos expiatorios; así, mientras más se agrede a los respectivos “espejos”, más se trascienden los propios defectos, y se ocultan los esqueletos en el armario. Durante la década de 1970, comenzó en Cuba un régimen de enseñanza interna, en el que los alumnos debían compartir sus jornadas entre el estudio y el trabajo agrícola; pero la falta de disciplina, y el poco control sobre los estudiantes, dieron lugar a graves problemas sociales. Igual que en cualquier reclusorio, fueron caldo de cultivo propicio para el establecimiento de tales relaciones de tribalización, dominio y aniquilación. Esa realidad de la sociedad cubana, impactó y marcó a 3 generaciones que provocaron impunidad, suicidios, violencia, promiscuidad, y claro, acoso escolar, lo más cercano a Los Campos de Concentración de La Segunda Guerra Mundial. El cortometraje coge el título de “Camionero”, porque el sujeto acosado desea aislarse de la sociedad y de todo, y la única manera es hacerse camionero, para olvidar esa amarga y triste realidad que vivió. Así vemos cómo un grupo de estudiantes, arremete sin compasión contra un humilde adolescente, supuestamente por ser gay, que no lo es; y por tener arraigadas creencias religiosas. La víctima, encerrado en sus sufrimientos, y en una verdadera tortura, enfrenta en silencio todas las vejaciones posibles; el desenlace, aunque esperado, lleva al espectador a un estado de ansiedad, de saber que el final será trágico, pero sin tener clara la forma en cómo sucederá. La venganza, tomada por otro estudiante en contra de los acosadores, es dramática, y deja al espectador sin palabras, y con un sentido de angustia marcado, porque todos son muy jóvenes, con un futuro prometedor. Uno de los grandes valores y aciertos, es que el cortometraje pone el dedo en la llaga en un problema global, que no discrimina, y que afecta a muchos por igual, y con los matices de cada país, desencadena alarmantes índices de suicidio y violencia. Además, demuestra que todos los que voltean la cara ante el problema, son tan culpables de los hechos por el silencio; pero también avala la tesis del ser humano empático y bondadoso; y esa retorcida obediencia a la enseñanza cristiana de “colocar la otra mejilla”, violentando la dignidad propia. ¿Es justo? “Camionero” tiene una historia sencilla, sin alardes técnicos, donde un solo gesto puede cambiar todo, llámese silencio o acción. De las actuaciones, están muy bien desarrolladas, aunque los personajes se muestran demasiado polarizados/estereotipados: Los buenos con todas las virtudes, como paciencia y heroísmo; y los malos presentados de la forma más ruin posible. En especial, Randy, el alumno acosado, causa mucha lástima; los abusos y humillaciones irán incrementándose; al igual que la tensión, hasta un punto prácticamente insoportable para el espectador; llevando la historia de manera estrepitosa hacia la fatalidad. No obstante, el corto falla en la intensidad, la frecuencia, y la impunidad de los hechos; desconocemos la causa y por cuánto tiempo se produjeron, pues solo evidencia, no juzga ni condena. Lo mejor de todo es que más allá de la cuestión política cubana, “Camionero” recoge la angustia del ser humano tratando de salir a flote ante la adversidad de la vida, representado duramente en el sufrimiento del acosado. “Este mundo, tal como lo vemos, está sucediendo”, diría Pablo de Tarso.
RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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