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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
4
Bélico. Drama Tras la invasión de Irak en 2003, un destacamento de soldados debe acometer una peligrosa misión: reparar el sistema de agua de una aldea en la que no son bien recibidos. (FILMAFFINITY)
12 de agosto de 2017
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Sand Castle” (2017) de Fernando Coimbra con Logan Marshall-Green, Henry Cavill, Nicholas Hoult, Glen Powell, Tommy Flanagan, Beau Knapp, Sam Spruell, entre otros. Drama bélico y moral, con algunas pinceladas de autocrítica, producido por NETFLIX, apostando por superproducciones para la TV con actores de primera, efectos especiales, banda sonora, locaciones/escenarios, y todo aquello que hemos visto hasta ahora en salas de cine. Ambientada en Irak del 2003, a principios de La Guerra del Golfo, la historia se basa en las experiencias del guionista, Chris Roessner, como artillero del “Sunni Triangle”, expresión utilizada por los países occidentales, para describir a una zona geográfica en Irak, situada al noroeste de Bagdad; a la vez que se inspiró para escribir el guión, cuando Roessner vio la oscarizada “Platoon” (1986) de Oliver Stone, mientras estaba en Irak. Por tanto, aquí vemos la guerra desde otro punto de vista, que se basa más en los conflictos personales, en contradicciones políticas, en el sufrimiento del pueblo invadido, su pobreza, su odio, las misiones humanitarias, siguiendo los pasos de un grupo de soldados estadounidenses, centrándose en el soldado novato, Matt Ocre, un joven que como vía de entrada a la universidad, se une a la reserva, a sabiendas de que no encaja en absoluto, y condicionado en parte por su padre y abuelo, los cuales también fueron militares. Allí será testigo de un ambiente cargado de rencor e indignación, y descubre lo peligroso que resulta ganarse la confianza de la población local: En las calles, plazas y escuelas, donde descubre el verdadero coste de la guerra. Así se les asigna una nueva misión antes de volver al hogar: Reparar el sistema de agua de una aldea en la que no son bien recibidos; una misión que tiene más que ver más con la política que con el combate en sí mismo. La película es notable por su reparto: Nicholas Hoult como Ocre, demostrando la inocencia aunque a veces de manera literal; Logan Marshall-Green como Sargento Harper, el líder de un pelotón; Henry Cavill como El Capitán Syverson; Glen Powell como Sargento Dylan Chutsky, un soldado resistente y a la vez bastante confiado. La obra no aporta nada nuevo al género, y cinematográficamente tiene muchas similitudes con “The Hurt Locker” (2008), por lo que resulta algo plana y convencional en el desarrollo, quizás lenta por momentos, e intenta forzar de alguna manera, que el espectador empatice con el pelotón de amigos. Además, se hace notable algunos errores de hecho, como las violaciones al código de uniformes, y al cabello que no sigue los protocolos militares estándar. Pero se salva de la quema, al mostrar la invasión de Irak desde el punto de vista cercano, así como los numerosos excesos y crímenes cometidos, y pone su enfoque en la cotidianeidad de la vida de soldados comunes, para nada profesionales, humanizándolos en un claro intento de enmascarar la matanza perpetrada por el invasor, donde la necesidad más básica, es la que determina la vida y la muerte: El agua. Hechos que el gobierno de EEUU tiene como regla: “¡No lo traduzcas!”
RECOMENDADA
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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