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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
8
Drama Un joven ingeniero se muestra indiferente ante una encantadora mujer que le busca la mirada. Está preocupado por un juicio en el que es el principal imputado. Al llegar a destino, la policía deberá contener a los habitantes que pretenden lincharlo, puesto que lo consideran responsable de la desaparición de un niño local, con quien todos sospechan que mantenía relaciones prohibidas. El protagonista intentará hacerles comprender que, ... [+]
7 de marzo de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “O Menino e o Vento” (1967) de Carlos Hugo Christensen con Ênio Gonçalves, Luiz Fernando Ianelli, Wilma Henriques, Odilon Azevedo, Oscar Felipe, entre otros. Drama brasileño de suspenso y “realismo mágico”, posiblemente una de las primeras películas brasileñas de temática gay jamás realizadas; basada en el cuento “El Viento Comenzó” de Aníbal Machado; que sigue a un hombre que es acusado de la desaparición de un adolescente, cuando el relata que “se lo llevó el viento”, sin embargo, una mujer y un primo homosexual del desaparecido, tratan de chantajearlo para cambiar los testimonios que aluden a un probable crimen de homicidio con motivación sexual, que él habría cometido. El relato se conocerá en “flashbacks”, donde la mayor parte de la película, consiste en la prueba del personaje principal, y la reacción que recibe de la gente local que cree que él mató al muchacho, y que ambos tenían más que una simple relación de amistad. Y es que los testigos del caso se lo ponen difícil al hombre, revelando actos sospechosos que nunca son lo que parecen… El gran director argentino, Carlos Hugo Christensen, fue un titán del cine latinoamericano, pues hizo su primera película en 1939, y la última en 1996, y trabajó en todos los géneros: Desde cine negro hasta erótico, melodramas, horror, comedia y cine “queer”, e hizo películas en Argentina, Brasil y Chile; y a pesar de su producción masiva y su importancia cultural, permanece hoy más o menos olvidado; ya que ninguna de sus películas ha sido restaurada, y solo están disponibles en copias de muy baja calidad, lo que no es justo. En concreto, esta película puede que tarde un poco de arrancar para poner en contexto el ambiente del lugar y los personajes, y poder “hacer creíble” lo que propone, al tiempo que los actores hacen un gran papel, aportando credibilidad a hechos sobrenaturales, donde el contraste es lo principal para demostrar la vida de la mala gente del pueblo, totalmente morbosa, como si se tratase de un estudio de la hipocresía y de la mala fe. Pero el filme sobresale a dura penas, por la fotografía, pues consigue transmitir todos los sentimientos que ambos jóvenes sienten, de manera poética, simbólica y metafórica cuando el viento sopla sobre ellos, y los sentimientos que les angustian cuando se calma… así que se juega también con la delgada línea que separa la realidad del sueño; donde los elementos homoeróticos se ven afectados por el viento; aunque todo ello se maneje de una manera muy sutil y elegante, pues Christensen nunca explota “lo gay”, todo está en la mente y en el juicio del espectador… en última instancia, se trata de una película sobre personas particulares, y la lucha por equilibrar el individualismo con las expectativas de la sociedad en general; y sin embargo, también hay un elemento metafísico en juego, que Christensen, más de una vez, se acerca a una especie de horror psico-supernatural, sin explicación, con un final climático que solo profundiza el sentido del misterio y la maravilla. Del reparto, Ênio Gonçalves como el ingeniero José Roberto Nery, hace un gran papel donde su mirada demuestra un gran dominio de su personaje, hay que verlo para saber si él realmente dice la verdad o no… mientras que Luiz Fernando Ianelli como el joven Zeca, en su debut en el cine, es más tratado como un objeto de deseo, aportando misterio y fascinación por sus “poderes sobrenaturales”; y finalmente, Wilma Henriques, como Laura la propietaria del hotel, como la figura de una sociedad cerrada e inquisidora. Es un hecho que la película se basa en el sentido alegórico de esos 2 personajes principales, y en cómo comparten gustos similares… donde se revelará al espectador, la verdad en ese disparo icónico cuando ambos se abrazan mientras se avecinaba la gran tormenta de viento… ¿Qué le pasó a Zeca? Mi teoría es que su primo, al mal interpretar la relación entre el ingeniero y Zeca, lo mata por envidia, pues el primo es el único personaje abiertamente gay en la historia. En definitiva, a pesar de ser un filme muy lento en su narración, revela solo lo necesario para generar suspenso, y eso tiene un gran mérito, ya que hace que el espectador se meta de lleno en una historia de fantasías, donde la dirección de Christensen es escasa y gótica, pero la no restauración de la película, va en detrimento de una obra maestra del surrealismo y lo absurdo: “Si todos ustedes aquí se consideran normales, entonces soy un fenómeno”
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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