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España España · Madrid
Voto de edsangar:
7
Intriga. Drama Jeffrey Wigand, científico y directivo de la famosa tabacalera norteamericana Brown & Williamson, descubre el secreto que la industria del tabaco oculta celosamente: las sustancias que crean adicción en los fumadores. Lowell Bergman, un productor televisivo, arriesga su carrera al invitar a su programa a Wigand, que ve cómo su vida se desmorona tras revelar la verdad a la opinión pública; pero nadie saldrá indemne de esta batalla contra ... [+]
19 de enero de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película me ha parecido atípica. Los actores están muy bien, la dirección es correcta y el guión bastante compacto en sus dos partes.
Y lo de las dos partes es lo que tiene de atípico y más interesante incluso. La trama de la industria del tabaco, el dilema entre lo que como ciudadano Wigan (Crowe) debe moralmente hacer y lo que cómo padre de familia protector debe callar. Muy intenso, realista y dramático. Espionaje, secretos, acoso, mensajes velados. Pero dicha trama liderada por Wigan cuando está en su momento álgido, cuando era todo o nada, cuando las fuerzas del bien y las del mal estaban enfrentadas a tumba abierta pierde fuerza porque queda remplazada por otra: El dilema moral entre lo que el deber periodístico debe mostrar y lo que una empresa mediática debe censurar para sobrevivir a un proceso de venta es lo que prima.
Los que querían destaparlo todo ahora optan por callar, el que era animado por todos se queda solo cuando ya había dado el paso adelante, los que siempre habían tenido una carrera inmaculado en pós de la verdad se decantan por omitir.
Y a todos los entiendes. A Wigan, el hombre recto que no se olvida de que es un padre; a Bergman (Pacino), el probo periodista que no traiciona ni se traiciona; a Mike, que opta por callar porque se ve al final de su carrera, por engañar y luego sentir que ha le han dado de su propia medicina; a los ejecutivos de la empresa, que temen por la supervivencia de compañía (y de sus bonus); a la esposa, vil chupoptera que no quiere renunciar ni a su ritmo de vida ni a la seguridad de sus hijas,... Incluso puedes ponerte en la piel de los del tabaco: venden veneno, lo saben y la ocultan, pero la gente que lo fuma sabe a lo que se exponen. Aunque queda claro que un sólo camino es el correcto.
Una película buena tradicional hubiera seguido solo con uno de los argumentos, en este caso el primero, el del tabaco. La intriga hubiese aumentado centrándose en el juicio, las pruebas, los abogados, las dudas, las estrategias, las presiones.. Pero eso se olvida casi, no sabes cómo termina y el dilema sobre qué hacer entre el bien público y el privado pasa al mundo de la prensa, sobre el poder que tiene de opinión y el poder que pueden ejercer sobre ella.
Creo que está bien el ir más allá y enrevesar más el asunto, ver cuán largos pueden ser los tentáculos del poder y cuándo conviene ser diplomático. La película no se centra en un hilo, sino que se hace grande hasta extenderse entre toda la madeja. ¿Está bien?... La intención es buena aunque tal vez no remata del todo bien. Wigan queda demasiado en un segundo plano, olvidado, y la lucha de Bergman contra el mundo parece demasiado fácil y él demasiado probo y fantástico, en contraste con la cruda y realista lucha de Wigan.
En resumen: buena intención la de hacer correr la trama y ampliarla en lugar de centrala en un solo aspecto, muy ambiciosa; pero tal vez no se debiera haber abandonado la primera tanto para dar paso a la segunda que es algo ñoña.
edsangar
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