Luego de ver la series de Narcos (Colombia y Méjico) de Netflix y Fariña (Narcos en Galicia) uno esperaría que Suriman mantuviera mas menos la misma línea, es decir, que nos identificáramos con los "malos", narcotraficantes. Nada mas alejado, acá tenemos otra perspectiva para contar la historia que nos va atrapando a cada momento.
Si bien las serie se desarrolla de forma apresurada sin dejar mucho al suspenso, cosas que si tenían las entregas de Narcos de la cadena streaming ya mencionada, podemos disfrutar de cada capitulo que esta impecablemente dirigido y con unas actuaciones -como ya nos tienen acostumbrado los coreanos- impecables. Los personajes están bien definidos, son carismáticos y queribles/odiables.
Si les gustan las series provenientes del país de Kia Motors y lo relacionado con el narcotráfico latinoamericano, se las recomiendo 100%