Lloré como una Magdalena. Todo tan afortunadamente desarfortunado, o al revés.

Miradla, si os engancháis lloraréis como yo y pensaréis que dios existe, también podréis preguntaros:

¿Si dios existe porque ocurren estas cosas?

Pero entre tanto la película seguirá su curso y quizás la existencia de dios sea para justificar la industria cinematográfica.

Todo es terrible pero solucionable. El diablo hará las suyas pero dios le pondrá una capa de almíbar.

"Desazón al almíbar"

La casualidad le jugará al protagonista malas pasadas (por la cola del diablo) y dios hará de las suyas

¡Que bueno que es dios! aunque no acabe con el diablo.

Siendo, que es dios todopoderoso, quizás lo haga para que la pasemos entretenidos llorando y agradecidos por su bondad y vayamos al cine y a misa.

Hasta un maltratado por el diablo podrá llegar a Harvard University.

Dios y el cine lo hace posible y mientras haya pañuelos, podremos soportarlo.

A mi me gustó llorar, la historia es verosímil pero increíble, milagros del cine, los protagonistas son todos lindos y buenos y están llenos de buena voluntad y ganas de hacer el bien.

Joder, qué queréis ¿una película o la realidad?