Gandini logra algo muy complicado: hacer un documental mediocre y aburrido utilizando un tema tan interesante y aprovechable como el consumismo.
Al final del documental uno siente haberlo visto como 5 veces, y es que el uso indiscriminado de imágenes, textos y sonidos repetitivos lo hace insoportable.

La selección de protagonistas no es la más adecuada, Fidel Castro, Geroge W. Bush y un vago andrajoso que se gana la vida donando sangre, terminan disminuyendo el mensaje que se intenta transmitir, no dudo de la importancia que tienen los dos primeros en el contexto histórico, pero considero que interlocutores de mayor realce intelectual habrían sacado mas provecho al tópico.

El tema da para mucho, desde la imposición de pagar alrededor de un 5% más del precio real por cada producto que compramos, sólo porque el precio final lleva incluido un porcentaje de marketing y publicidad. O el hecho de depender tanto de las tendencias de la moda, tendencias que van y vienen según el capricho de unos pocos.
Recomiendo el documental “Comprar, tirar, comprar” de Cosima Dannoritzer, le dejará un mejor sabor de boca. Ojo que no estoy haciendo publicidad.
Dr.Juventus