4 de julio de 2013
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adapta con corrección y sin apenas lenguaje visual una obra teatral blanca del blanco Neil Simon. Los conflictos son cercanos, sin mala leche ni oscuridad, y el humor que salpica todo es cotidiano y familiar. Posee el mérito de no empalagar y de ceder todo el lucimiento a unos actores metidos de lleno en el sainete neoyorquino. Jane Fonda está muy, muy joven, así como Redford, lo cual dota además de nostalgia cinéfila al conjunto. Pero la robaescenas total es Mildred Natwick, que dota de una gracia infinita a esa madre desconcertada y sobrepasada por todo. Muy divertida, ella.
Cine blanco de calidad para everyone, en resumen. Sin ser ni de cerca una obra maestra, apenas una correcta comedia, quedará en el recuerdo cinéfilo para siempre. Así son los caprichos inescrutables de este arte.
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?