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España España · Barcelona
Voto de Redelbe:
8
Fuego en la sangre
2012 India
Documental, Intervenciones de: William Hurt
7,3
92
Documental A finales de 1990 y principios de 2000, los gobiernos occidentales y las empresas farmacéuticas impidieron que los medicamentos antirretrovirales de bajo costo llegaran a los enfermos de SIDA de África, causando 10 millones o más de muertes innecesarias. Un grupo de personas decidió luchar para defenderse. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Documental que pone encima de la mesa el debate acerca de la propiedad industrial y uso de los medicamentos hallados y, por tanto, su posible acceso universal o no. En pura justícia legal son de las empresas farmacéuticas, no hay tribunal que pueda discutirles eso. Es cierto que ellas invierten ingentes cantidades de dinero que luego esperan y quieren recuperar y con beneficios. Es justo. Pero cabe recordar que su negocio es curar a la gente. Su negocio es la gente. Su negocio es la vida. Aplicar, por tanto, un estricto sentido mercantil y patrimonial a algo que afecta a todo el mundo no se ajusta en nada a las necesidades de la gente y, por tanto, tampoco a la filosofía motor de su propio negocio. Ese importante matiz es algo que parece no haber calado en la mayoría de gigantes farmacéuticos. Tampoco parece tener una solución fácil.

Y de eso habla este serio documental. Centrándose en el escándalo de la obstaculización por parte de las grandes farmacéuticas del acceso a los antirretrovirales genéricos a millones de enfermos de países pobres, el meollo de la cuestión resulta descorazonador, desasosegante e inquietante. Aunque parte de una visión desacomplejadamente denunciativa y acusativa, ello no lo hace caer en el panfletismo. Sus testimonios son de primer nivel y sus discursos muy bien fundamentados y razonados. La verdad es que pone, una tras otra, evidencias y pruebas de, como mínimo, una insensibilidad humana total, un conflicto económico de primer orden, una incapacidad política pasmosa y, también, que tan importantes como las farmacéuticas son las buenas personas. Buenas personas que luchan para que todos tengamos acceso a los mismos tratamientos, a los mismos derechos, al mismo respeto. Esa buena gente -camuflada de médico, de político, de empresario o de voluntario- provocan cambios positivos en todo el mundo. Estamos todos en deuda con ellos. Son un factor de equilibrio ante la impasible lógica mercantil y la cerrazón humana.

Aunque el debate, creo, tiene que abordarse desde una perspectiva más amplia, lo cierto es que tiene que abordarse pero ya. Y hay que denunciar los abusos, los errores y las malas praxis para que no se repitan. Y con seriedad y rigor, este sólido documental lo hace de forma clara e indiscutible y contribuye a que millones de personas tomen conciencia de un tema muy sensible. Este es exactamente el mayor valor que puede tener. Y lo tiene.
Redelbe
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