Tigger quiere formar parte de una familia de Tiggers y escribe una carta a su familia pero lamentablemente no obtiene ninguna respuesta. Los amigos de Tigger al ver que él se pone muy triste al no recibir noticias de su familia, le escriben una carta haciéndose pasar por ‘su familia’. Tigger malinterpreta en la carta que su familia va a ir a visitarlo. Sus amigos, en un intento de hacerle feliz, se disfrazan de Tiggers para así hacerle creer que es un tigre muy querido.
Tigger descubre que no son reales, que él es el único de la especie que existe en el mundo y que le han mentido sus amigos. Ahora Tigger está aún más triste que antes y decide irse por su cuenta al Bosque de los Cien Acres. Christopher Robin, explica a Tigger que no importa que los miembros de su familia no sean tigres como él, ellos son su familia, los que lo quieren de verdad. Realmente, este es uno de los momentos más emotivos de la película.