Corría el año 2013 cuando esta serie comenzó a emitirse en España por Disney Channel. Ya por los primeros spots me enamoré de Gravity Falls. Mi yo de por aquel entonces, con 13 años, estaba encantado, puesto que aquella serie tenía todo lo que podía desear. Emocionantes aventuras, misterios, ingenio, humor, una trama más profunda que se iba hilando episodio a episodio... ¡Gravity Falls describía mi verano soñado! Buenos amigos y un puñado de misterios y aventuras en un pueblo perdido de Oregón.

Pero Disney dejó de emitir la serie (en la televisión española se ha maltratado muy injustamente) y me olvidé un poco de ella, hasta que por fin pude reengancharme en 2015. Y ahí fue cuando se convirtió en mi serie favorita, y todavía lo sigue siendo.

Gravity Falls ha significado mucho para mí. Mi transición de la infancia a la adolescencia no hubiera sido lo mismo sin Dipper, Mabel, Soos, Wendy y el carismático Tío Abuelo Stan (Todos tenemos un familiar como Stan); y por eso la recuerdo con mucho cariño.

Os animo a todos a visitar este pequeño y misterioso pueblo de Oregón, en el que suceden fenómenos muy extraños, pero que nadie sabe lo que ocurre realmente; a encontraros con sus vecinos, y a retrotraeros a vuestra infancia. Si bien la primera temporada aparenta ser una serie más de Disney, por encima del listón, pero una serie más, en la segunda obtiene su sobresaliente, con una trama oculta y un gran desenlace de los acontecimientos.

Y por si fuera poco, está llena de perlas escondidas que no estoy creo que los infantes más pequeños puedan comprender. Sátiras del mundo Internet, de las conspiraciones, de programas de televisión, hasta del mundo de la política, se esparcen por toda la serie. Y algunas escenas bastante oscurillas y fuertes que de haberlas visto con 6-7 años me habrían dejado varias noches sin dormir.

Continúo con spoilers para hablar en profundidad de la serie, pues creo que no debo contar nada más para no desvelarle a nadie los misterios de Gravity Falls. ¡Debes descubrirlos por tu cuenta!

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