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Voto de Tim_Dog:
623
Terror. Comedia
Los payasos y la comida rápida son recientes iconos del horror en el imaginario colectivo. Mackenzie (Leighton Meester) y sus amigos, estudiantes de instituto de estética emo, van a comprobar la veracidad de esta afirmación en sus carnes cuando empiecen a ser destripados a hachazos por Horny el payaso, la mascota de la cadena de hamburgueserías Hella Burger. Tras celebrar una fiesta desmadrada con abundancia de alcohol y drogas, los ... [+]
8 de septiembre de 2008
29 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Supongo que necesitaron dos directores porque cada uno tiene medio cerebro, y así uniéndolos pues casi conseguían llegar a uno entero.
Mientras uno hacia como que miraba a través del objetivo, el otro llamaba a su mujer para preguntarle que si llevaba algo de camino a casa, lo que se dice compenetración absoluta entre ambos.
La película sigue las pautas del cine con el psicópata de turno, pero esta vez en versión Ronal McDonald con sobredosis de Big Mac y cumple uno por uno los tópicos de los que peca y con los que se identifica este tipo de películas (pero elevado al cubo, al cubo de la basura).
La galería de tópicos y situaciones mil veces vistas seria larga de repasar, así que me centraré en los que mas ganas de vomitar me produjo y no es otro que el personaje protagonista, a la que en el siguiente párrafo pasaré a diseccionar:
Chica mona cantante en un grupo femenino de rock (todas ellas tías buenas, lo que es una falsedad, las rockeras que tienen grupos no suelen estar tan buenas ni tienen ese aspecto tan saludable, ejemplo: Courtney Love) que se quiere mantener virgen hasta los 18, por miedo a que la ley caiga sobre su novio (es que piensa denunciarle?), guapa pero inteligente y antitodo y con pintas de EMO.
La película se desarrolla entre matanzas y muertes a cada cual más absurda, un argumento más sobado que el potorro de una puta en las Ramblas (con trauma infantil de por medio del tipo oh mis compañeros se metían conmigo) y dejando abierta la típica ventana para una secuela, ventana que alguien debería tapiar si existe la justicia en este mundo.
Mientras uno hacia como que miraba a través del objetivo, el otro llamaba a su mujer para preguntarle que si llevaba algo de camino a casa, lo que se dice compenetración absoluta entre ambos.
La película sigue las pautas del cine con el psicópata de turno, pero esta vez en versión Ronal McDonald con sobredosis de Big Mac y cumple uno por uno los tópicos de los que peca y con los que se identifica este tipo de películas (pero elevado al cubo, al cubo de la basura).
La galería de tópicos y situaciones mil veces vistas seria larga de repasar, así que me centraré en los que mas ganas de vomitar me produjo y no es otro que el personaje protagonista, a la que en el siguiente párrafo pasaré a diseccionar:
Chica mona cantante en un grupo femenino de rock (todas ellas tías buenas, lo que es una falsedad, las rockeras que tienen grupos no suelen estar tan buenas ni tienen ese aspecto tan saludable, ejemplo: Courtney Love) que se quiere mantener virgen hasta los 18, por miedo a que la ley caiga sobre su novio (es que piensa denunciarle?), guapa pero inteligente y antitodo y con pintas de EMO.
La película se desarrolla entre matanzas y muertes a cada cual más absurda, un argumento más sobado que el potorro de una puta en las Ramblas (con trauma infantil de por medio del tipo oh mis compañeros se metían conmigo) y dejando abierta la típica ventana para una secuela, ventana que alguien debería tapiar si existe la justicia en este mundo.
