Película algo extraña entre mafiosos de una ciudad. Kyle MacLachlan quiere quitarse de en medio a otros jefes (Gregory Hines y Dreyfuss) para quedarse solo y repartirse los locales de otra zona de la ciudad, pero el gran jefe Dreyfuss vuelve a entrar en el juego después de estar ausente por estar encerrado en un centro de rehabilitación por esquizofrenia. Para Dreyfuss trabajan Henry Silva, Byrne y Goldblum, pero en la ausencia, Byrne se ha vuelto muy pretencioso y ambicioso. Goldblum está metido en un triángulo amoroso donde entran en escena la Barkin y la Lane, sin contar a Dreyfuss.
También aparecen el "macarrilla" Larry Bishop y el Burt Reynolds en este entorno violento donde disparar parece divertido, es una sensación de complacencia y de bienestar la que produce apretar el gatillo contra cualquiera que está inmersa en toda la película.

Para mí está bien, la he valorado con un 7, te engancha, los diálogos no son muy lúcidos pero en ese ambiente tampoco se echan de menos. Hay que admirar también, como se dice en la anterior crítica, las actuaciones de Goldblum y Byrne (algo filosófico), que están sublimes. También hay que destacar a la Barkin, que aunque a mí no sea una actriz que me guste en sus películas, en ésta está realmente seductora. La Lane tiene un pequeño papel, aunque gire entorno a ella la trama amorosa de la cinta, pero está muy correcta.
Hay que decir que es corta también la película, se puede ver perfectamente, sin aburrimiento.