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España España · España
Voto de Polimnia:
9
Drama. Comedia Esta película consta de cuatro episodios: Jean-Luc Godard dirige "Il Nuovo mondo"; Ugo Gregoretti, "Il Pollo ruspante"; Pier Paolo Pasolini, "La Ricotta"; y Roberto Rossellini, "Illibatezza". (FILMAFFINITY)
5 de agosto de 2013
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantástica compilación de 4 genios, Rossellini, Godard, Pasolini y Gregoretti, que nos muestran su visión apocalíptica pero con tintes humorísticos, o más bien irónicos, de la sociedad del momento. En efecto, el título “Lavémonos el cerebro”, se ajusta perfectamente al contenido del film.

Las frases que anteceden cada fragmento denotan la profundidad y la poca vacuidad del contenido que se va a ver, aunque aparentemente puedan parecer muy fútiles (especialmente, dan este apariencia el de Rossellini y Gregoretti).

Rossellini, en “Illibatezza” (Virginidad) describe una situación de pareja muy moderna, aunque con medios de la época, pero con resultados idénticos. Sin embargo, este director no sorprende en los personajes, que de tan “normales” resultan grises y faltos de vitalidad.
De hecho, solo reacciona al final la protagonista, con ese ambiguo acabar mudo, en el cual, el espectador se queda con la duda de si ha funcionado la estratagema del novio, o si por el contrario lo abandona…
De este corto es simpático el amigo "casi-psicoanalista-Woody Allen", en el que, paradójicamente, todos confían sin cuestionarlo.
Por lo demás, tiene un ritmo un poco lento y la fotografía, contando con los medios de la época, queda muy deslucida…

“Il nuovo mondo” de Godard es una vuelta de tuerca realmente interesante, la destrucción del mundo, de la sociedad humana más concretamente, basada en la pérdida de la lógica, y especialmente, de todo compromiso en las relaciones humanas.
Curiosamente, el protagonista se salva de ser afectado por la explosión, y contempla la decadencia de su amor, así como la nueva adicción de los humanos a unas misteriosas pastillas… El final resulta inquietante, en cuanto el personaje reconoce su futuro incierto.
Evidentemente, “El mundo nuevo” es un episodio que sigue la Nouvelle Vague por los cuatro costados; el blanco y negro es elegantísimo; la fotografía, sencilla, pero elaborada, muy sugerente; la protagonista recuerda a otros personajes femeninos del director francés (la protagonista de “Al final de la escapada”, por ejemplo). Sin embargo, a la seriedad de Godard puede que le falte el toque de humor de los directores italianos, que literalmente, ríen por no llorar (especialmente, Pasolini).

“Laviamoci il cervello”, que sufría de un inicio descorazonador, va ascendiendo, hasta coger cuerpo al llegar al tercer episodio, y toparse con “La ricotta” de Pasolini, en el que interviene el mismo Orson Welles como alter ego del director italiano.
Pasolini realiza un ejercicio magnífico en el breve tiempo que dura su episodio, posiblemente, de los 4, es el que más interpretaciones y significaciones evoca. Crítica religiosa, crítica social, crítica artística, evocaciones mitológicas, citas literarias… y todo ello, con una animado twist de fondo, un vulgar striptease (el tratamiento a esa mujer recuerda a “Accattone”), un perro mimado, y la incansable búsqueda de la anhelada ricota (que, casualmente, no se menciona como tal en todo el film).
Welles está excelente en su papel, y su monólogo-entrevista... ¡es antológico y digno de recordar! (se evoca un poema de Pasolini, así como “Mamma Roma”, del mismo director).
Pasolini ejecuta un trabajo excelso, que por momentos recuerda a Fellini (en la película se le cita como el “más grande director italiano del momento", guiño interesante a tener en cuenta), pero que es de una hondura desbordante.

Cuando parecía que esta compilación iba a decaer, aparece “Il pollo ruspante” (El pollo de corral, de granja) de Gregoretti, el director menos conocido de los 4 por el gran público. Este episodio aunque pueda parecer menor y del nivel de “Virginidad”, es superior a ése; y, desde luego, tiene la suerte de contar con Ugo Tognazzi, que resuelve con una naturalidad exacta e hilarante su papel.
“El pollo de corral” puede que sea el capítulo más humorístico (el humor de “La ricotta” es bastante cáustico), la metáfora del pollo, de hecho ya tiene ciertos componentes de humor, aunque denigrantes, por esa animalización.
El tratamiento de los niños es verdaderamente gracioso y cruel a la vez (recordemos el encuentro de la niña con el hijo del vigilante, del terreno); y se produce un guiño al director del episodio anterior, muy acertado e incendiario.
Indudablemente, las teorías del conferenciante, aunque “mecanizadas” por ese aparatejo e incluso ridiculizadas adrede por él, son muy vigentes y a tener en cuenta; como también se debe prestar atención a las principales víctimas del consumismo (el comportamiento infantil) y a sus consecuencias… los remordimientos y cálculos que sumen la mente en un purgatorio incansable...

Una compilación muy recomendable, destacable por su sorprendente calidad en tan breves episodios (que se hacen cortos y dejan al espectador con ansias de más), y que no defraudará, ni a los que busquen un mero entretenimiento, ni a los que conozcan la fantástica filmografía de los directores. Sin duda, y exclamativamente: ¡No os la perdáis!
Polimnia
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