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Andorra Andorra · Andorra la Vella
Voto de directorscut:
9
Aventuras En 1787, el Bounty zarpa del puerto de Portsmouth con destino a Tahití para cargar el fruto del árbol del pan. El capitán Bligh, que desea llegar cuanto antes a la isla, impone una férrea disciplina a bordo. Cuando llegan, la tripulación se encuentra con un auténtico paraíso que nada tiene que ver con el infierno vivido durante el viaje. (FILMAFFINITY)
8 de diciembre de 2009
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejando de lado sí esta versión es superable o no a la versión de 1935, aspecto totalmente irrelevante entrar en cuestión, el director Lewis Milestone dirige con enorme entusiasmo una película genuina en lo que es. Todo un film de aventuras de la vieja escuela, que con el paso del tiempo mejora su sabor añejo. Para llevar a cabo su epopeya marítima, no se escatimó en nada por obtener lo mejor de lo mejor. Y lo mejor es que no solo lo consigue, sino que para muchos este film supondrá más que una grata sorpresa donde se resaltan todo tipo de valores y hasta qué punto las acciones están justificadas.

Milestone nos hace emprender una expedición por alta mar donde un barco en misión del reino de Inglaterra debe llegar a la isla remota de Haití para obtener una planta con la que se cultiva un alimento capaz de proveer muchos recursos a su nación. Pero como ya es de suponer, el viaje no será fácil, y no precisamente por los contratiempos que se les presenten a sus navegantes o por la propia volatilidad del mar, sino que se engendrará un odio entre la misma tripulación debido a su capitán, interpretado por Trevor Howard, que es actúa más como flagelador y como inquisidor que como capitán. Sus métodos sin rudos, exagerados y dolorosos. Su propensión a inculcar su propia y exagerada disciplina conllevará a su enemistad con toda la tripulación del barco, incluido del segundo de a bordo (Marlon Brando). Tales acciones sólo pueden conducir a una cosa: La revelación de la tripulación.

El que fuera director de aquella inolvidable “Sin Novedad en el Frente”, impregna su sello personal en una película no menos notoria. La dedicación de todo su equipo para adentrarnos en un barco de la marina británica en pleno siglo XVIII es magistral. Se nos regala toda una demostración de cómo ambientar un film. Los contables momentos en que su tripulación está en tierra, la fotografía es simplemente maravillosa, combinando la belleza del puerto de Inglaterra hasta el vasto y salvaje paisaje de Taití. Otro punto mucho más digno de admiración es su espléndido montaje. Hay que tener en cuenta que el film no sólo tiene una duración tan prolongada que alcanza las tres horas, sino que además la mayor parte de su desarrollo acontece en un barco. Es admirador a la vez que inaudito que no se sienta en ningún momento sensación de claustrofobia, detalle bastante presente en este tipo de producciones que se desarrollan en alta mar. Aquí, por el contrario, no nos querremos bajar de nuestra nave.

Otro punto son sus actuaciones, sublimes y arrolladoras de unos actores dignos de su reconocimiento, Trevor Howard y Marlon Brando están geniales cada uno. Richard Harris complementa muy gratamente su segundaria aportación, al igual que el resto de su tripulación. Lo dicho, un viaje que se mantiene realmente a flote, consiguiendo sentirnos parte de la tripulación y sin ningunas ganas de abandonar el barco.
directorscut
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