Estamos ante una película cuya visión es muy recomendable por la originalidad y frescura de su propuesta. Tom Hanks interpreta a un ocupado y ajetreado empleado de la empresa de correos Fedex cuya posición le obliga a realizar númerosos viajes que le hacen estar lejos de su hogar y de su pareja, interpretada por Helen Hunt. En uno de sus múltiples viajes que realiza en avión, se encuentra en medio de una tormenta que hace que el vehículo se estrelle en mitad del oceano y se convierta en el único superviviente. El hombre acabará en una isla tropical completamente desértica donde deberá aplicar todos sus conicimientos y habilidades para poder sobrevivir y para que, llegado el momento, pueda volver a hacerse de algún modo a la mar y así encontrar una pequeña y remota posibilidad de regresar a la civilización. Con tal de no perder la cordura, el hombre mantendrá relaciones con una pelota que él mísmo llama Wilson.

Es irreprochable el talento interpretativo de Tom Hanks, hecho que demuestra en la cinta, ya que el 70% de la mísma se centra exclusivamente en su personaje y en sus hablidades para subsistir haciendo que ritmo no decaiga en ningún momento. Su propuesta es muy original y la película se podría clasificar como un film de aventuras con ciertos toques dramáticos donde asistiremos a situaciones totalmente frescas e ingeniosas donde el personaje de Hanks deberá superar para poder sobrevivir. Su interpretación es encomiable, al igual que su transformación. Es una película que vale la pena de ver tan sólo por la gran actuación del actor y por la curiosa propuesta del conjunto, muy poco corriente y común, algo muy de agradecer en los tiempos que corren con películas de una ausencia total de originalidad.