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España España · Complutum
Voto de Pableras:
5
Terror Una pareja decide pasar una noche romántica en un piso de un edificio semiabandonado al que se cuelan porque ella trabaja como asesora de inmuebles para el Ayuntamiento y tiene las llaves. Durante la velada descubren que unos encapuchados han asesinado al único inquilino que quedaba en el edificio… y ellos se convierten en su nuevo objetivo. (FILMAFFINITY)
8 de mayo de 2015
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El género de terror en España no es ni muy prolífico ni excesivamente brillante, pero de vez en cuando (más habitualmente de lo que su corta producción implica) surgen estupendas ideas y autores valientes y talentosos que levantan sólidos y muy exportables trabajos de horror, con alma ibérica y un espíritu inquietantemente costumbrista como feliz común denominador. Quizá Rafa Martínez, en ésta su ópera prima, haya asimilado muy bien ese ambienten tétrico y castizo que tan bien le ha sentado al género en España desde siempre en contraposición al hecho de que, en el fondo, no ha pergeñado una gran película, ni siquiera lo que entendemos por una buena. Curtido en el mundo del cortometraje, donde con apenas unos escasos trabajos logró dar a entender que sabía muy bien lo que hacía (por cómo movía la cámara, por su manejo de la puesta en escena), Martínez pone (casi) toda la carne en el asador en el prólogo de 'Sweet Home' (2015), donde da buena cuenta de su buen hacer a través de precisos movimientos de cámara que capturan imágenes amparadas bajo una cuidada fotografía aunque, como en el resto del metraje, le falte algo de contundencia a la hora de ponerse manos a la obra (a la obra sanguinolenta se entiende).

'Sweet Home' es, a la vez, una demostración de buen gusto formal y remarcable habilidad tras las cámaras y una ocasión perdida. Es indudable que la premisa da juego y es estratégicamente malévola y pertinente, una suerte de parábola salvaje sobre los trágicos desahucios que asolan nuestro país desde una perspectiva aún más terrible que la de la propia realidad, en la que las inmobiliarias llevan a cabo un mobbing muy particular, de carácter marcadamente sádico y asesino; esto es, contratando a criminales para acabar con la vida de aquellos propietarios que hayan tomado la insensata decisión de no vender sus casas para complacer la voracidad especuladora. En esta peliaguda coyuntura, una joven pareja pasará la noche en un edificio barcelonés en el cual han sido asesinados los últimos inquilinos, y sus asesinos, al descubrir que aún quedan como testigos los felices enamorados en dicho inmueble, no cejarán en su empeño de atar todos los cabos sueltos y tratarán de segar dos vidas más. Huelga decir que no será una tarea fácil, ya que la novia y su chico plantarán cara con lo puesto. Un escenario suculento para el buen aficionado al género, que sabrá valorar esta pequeña variante del subgénero del “asalto al hogar” que ha perpetrado Rafa Martínez con un innegable cariño hacia ese tipo de cine y, ay, ciertas arritmias y torpezas que, no obstante, no vale la pena entrar a desentrañar al tratarse de un debut cinematográfico. Tampoco ayudan, y esto no es culpa del director pese a las inevitables (y mínimas, muy superficiales) similitudes, las comparaciones que se le han hecho a la cinta desde antes de su estreno comercial con la muy superior (y diferente) '[·REC]' (Jaume Balagueró & Paco Plaza, 2007), que quizá jueguen en contra de las expectativas de este producto sencillo y simpático, intermitentemente disfrutable y que carece de pretensiones más allá de ofrecer un digno slasher que, nota importante, no es menester tomarse muy en serio (el momento en que suena el 'Eres tú' de Mocedades demuestra que aquí prima el alborozo y el guiño cómplice y socarrón, lo cual un servidor celebra).

Por lo demás, y volviendo a insistir en lo mismo, cabe destacar la elegancia visual de la cinta y el loable esfuerzo de Rafa Martínez por otorgarle a su primer largometraje un acabado formal, quizá, digno de mejor causa. Bien interpretada por su pareja protagonista, emanando buena química y hasta con ciertas tablas pese a la inexperiencia de ambos (más aún teniendo en cuenta el género y siendo, para más inri, el primer papel protagónico de Bruno Sevilla), adolece de una banda sonora en ocasiones un poco machacona y demasiado tendente al subrayado emocional, amén de la ingrata sensación casi constante de asistir a un quiero y no puedo que se traduce en un producto bien empaquetado aunque finalmente olvidable, pero su tour de force final entre una entregada Ingrid García Jonsson (con apenas superada la bendita resaca post Rosales) y el psicópata de turno deja satisfecho al espectador, que con cierta benevolencia sabrá perdonar sus errores y habrá pasada un rato distraído sin más complicaciones, y que una vez haya abandonado la sala es probable que empiece a pensar que, con un poco de fortuna, el próximo trabajo de Rafa Martínez estará más equilibrado con su potencial calidad como cineasta. Con todo, y quizá ante todo, un trabajo respetable, humilde, digno.

www.asgeeks.es/movies/critica-de-sweet-home-asalto-inmobiliario-al-slasher/
Pableras
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