Manda huevos que la única película española en la que no sale ni un mísero pezón se titule 'Locos por el sexo'.

Tras esa pequeña disertación inicial, sólo me queda decir que se trata de un delirio plagado de humor absurdo (no del bueno, claro) que desaprovecha totalmente una premisa que podría haber dado bastante juego. En su lugar, los dos guionistas, que escribieron el guión durante la estancia en un psiquiátrico (si no no se entiende semejante introspección en los personajes), plantean una trama absurda de cabo a rabo que jamás alcanza a comprender el significado de lo que es la hilaridad cómica bien entendida, y su locura se queda en mera gracieta pasada de rosca.

Quedan, dentro de lo salvable, un par de paridas que como mucho arrancan una sonrisita complaciente y la peluca rosa de Inma del Moral (mucho más sosa de lo que podría intuirse al principio del film) que, dicho sea de paso, se luce en la secuencia del polvo frustrado con Vilches, lo más sensual y "erótico" de una película que, por no tener, no tiene ni un destete como dios manda, digno del cine español.