Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Joan Ramirez:
1
Comedia. Drama Ray Pluto, un buen detective de la policía de Nueva York, sufre un terrible sentimiento de culpa, porque cree que podría haber evitado la muerte de su esposa y su hija. Por eso, se encierra en sí mismo y no se relaciona con nadie, excepto con su compañero Jerry y con el portero del ruinoso edificio de apartamentos donde vive. A pesar de todo, intenta ayudar a Juan, un problemático adolescente enfrentado con su padre. (FILMAFFINITY)
13 de marzo de 2011
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película de los noventa que parece de los ochenta. No pierdan el tiempo, que no merece la pena. Como comedia no hace reír, y sin embargo, como drama sí. O sea que ya ven…

Tres historietas neoyorkinas que acaban convergiendo sin suscitar demasiado interés: un policía patoso, unos jóvenes guionistas insoportables, y un portero de edificio chicano y su adolescente hija intratable que, no contenta con decorar su sonrisa con unos “brackets”, va loca por hacerse un tatuaje. Se aprecia que el guionista tuvo muchas ideas, todas malas y sobadas, sin talento para tirar con garra de ninguna de ellas. El resultado es un producto deshilachado, con apenas alguna mínima veta ligeramente prometedora… pero nada más. A ratos recuerda lamentablemente a Tarantino. Este último es un director que te puede gustar o no, pero al menos tira de sus historias como un toro.

Y es que me han despistado la carátula y el reparto. Las sensaciones que me produce la primera son subjetivas, lo sé. Tres franjas, tres fotos, tres miradas… la promesa de una intensidad que nunca aparece. Y el reparto: si vuelvo a ver el nombre de Denis Leary, al que no conocía, huiré como de la peste. Malo, pero malo… malo. La Hurley no me interesa, concretamente, como actriz (¿le interesa a alguien?). Supongo que con eso lo he dicho todo. Y, finalmente, aparece Steve Buscemi, que con su rictus dispéptico y todo su talento nunca defrauda. Lástima que apenas aparece, porque cuando lo hace sube el nivel espectacularmente.

Los títulos de crédito están bien, simplones, pero originales; ligeramente inquietantes, con un globo ocular corriendo entre las letras. Y si has tenido la deferencia de leer hasta aquí, tienes premio: la música que los acompaña es una pieza de jazz elegante, vibrante, triste, inquietante. Me ha encantado. La música del film se atribuye a un tal Jim Farmer, pero un primer vistazo rápido a Internet no me aporta mucho sobre este Jaimito Granjero. Aviso, no obstante, que soy un fanático del hard bop más clásico y que, por lo tanto, cualquier grabación de jazz con menos de 40 años me puede parecer modernísima.

En fin, feliz no visionado.
Joan Ramirez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow