Para bien o para mal (yo creo que para mal), la nostalgia distorsiona nuestro criterio a la hora de evaluar series o películas que conocimos de niños, ya que nos hace recordar las cosas mejor de lo que en realidad fueron. Así, abundan en esta página notas desorbitadas para muchas series de los 80 y los 90 (tanto comedias de situación como animaciones); series que en realidad no eran para tanto y que si hubiésemos conocido de adultos no nos suscitarían el menor interés, ni resistirían un análisis más o menos objetivo.

Pero el problema de la nostalgia es doble. No sólo nos induce a sobrevalorar series o películas que vimos en nuestra infancia, sino también a despreciar obras más actuales, que, en muchos casos, son de superior calidad. Tal es el caso de Las Tortugas Ninja (2003).

Y es que sólo la absurda y manipuladora nostalgia explica que la versión de los 80 tenga mejores críticas y notas que ésta, a todas luces superior. La versión de 2003 es, con diferencia, mucho más fiel a los cómics creados por Kevin Eastman y Peter Laird (de hecho Laird es el Director Creativo de la serie), tanto en la trama como en la ambientación.

La versión de los 80 erradicó todo rastro de violencia en las Tortugas e infantilizó el argumento y la atmósfera originales, mucho más oscuros en los cómics, hasta el punto de convertir al Despedazador en un patán al que nada le sale bien, en lugar del enemigo aterrador que debería ser (y es en esta versión).

A diferencia de la versión de los 80, Las Tortugas Ninja 2003 sigue la misma línea argumental a lo largo de toda la serie, lo que nos permite disfrutar de las aventuras de nuestros quelonios favoritos tal y como las concibieron sus creadores y, por si fuera poco, con una calidad de animación excelente.

No, a pesar de los gratos recuerdos que guardo de la serie de los 80, no me dejaré embaucar por la nostalgia: las auténticas Tortugas Ninja son, sin duda, las de 2003.