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Voto de El Fauno:
8
6,2
904
Drama. Intriga
Un grupo de niñas vive en un internado. La obediencia es primordial y aquélla que trate de escapar será condenada a servir a las demás y a permanecer en el internado para siempre. Oculta por el follaje, una chimenea de metal da acceso a pasajes subterráneos que conducen a los sótanos de cinco casas diseminadas por un gran parque, aislado del mundo exterior por un inmenso muro sin puertas. En una de estas casas, varias niñas se reúnen ... [+]
27 de noviembre de 2007
24 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Podría la inocencia mantenerse en un lugar cerrado?, ¿Realmente, sería capaz un niño de vivir por siempre en ese mundo de ensueño en el que nos envuelve la inocencia? O ¿Acabaría sucumbiendo a la irreprimible curiosidad humana que, llegada cierta edad, mueve nuestras acciones? Estas son algunas de las preguntas que formula Lucile Hadzihalilovic en su enigmática y atrayente ópera prima. Una película que fue recibida con entusiasmo por parte de los críticos americanos y no así por el publico, que la ha percibido como una propuesta extraña y fuera de lo común. Sin embargo el cuento que Lucile nos narra con un ritmo y una sensibilidad exquisita es una de esas pequeñas joyas que bien vale la pena descubrir; Justa ganadora del premio Altadis al mejor director novel en el festival de cine de San Sebastián del 2004 y del premio a la Mejor Película y a la Mejor Fotografía en el Festival de cine de Estocolmo del mismo año.
La historia guarda extrañas similitudes y reminiscencias con otras obras poseedoras de una fuerte y definida atmósfera como son “Picnic en Hanging Rock” de Peter Weir o “Las Vírgenes Suicidas” de Sofía Coppola por cuanto compone un entorno supuestamente cotidiano dotándolo de una atmósfera seductora, misteriosa y cargada de pasiones reprimidas, y situándolo en el ambiente de un parque que a primera vista no posee ningún elemento fuera de lo común pero cuya forma de vida en ese limitado espacio es extraña y alejada por completo de cualquier influencia externa. Un parque con una jerarquía, una educación, y una organización social extremadamente definida. De esta forma la historia comenzará con una niña recién llegada a ese misterioso lugar, llamada Iris. Y durante la primera parte de la película, todos los acontecimientos los iremos percibiendo en su mayor parte desde su mirada infantil repleta de curiosidad, empapándonos también a nosotros de ese irreprimible impulso de saber más y más acerca de lo que se mueve tras los muros de esa enigmática selva artificial.
Y así, desde la mirada de Iris, iremos percibiendo las diferentes realidades e interpretaciones del film, que se verán muy influenciadas por las actuaciones del elenco de actores, en el que todos están perfectamente ajustados a sus roles, desde la jovencita y adorable Zoé Auclair como Iris, pasando por todo su grupo de compañeras, y llegando al limitado casting de adultos que aparecen en la cinta, en el que destaca el hermoso y angelical rostro de Marion Cotillard como la tutora de danza.
Lo más extraño, siguiendo con esta línea acerca de que los adultos hacen su aparición contadas veces a lo largo de la historia, es que la misma película tampoco pide una mayor presencia por su parte. La directora pretende dejar claro que un adulto no siempre es indispensable para contar una buena historia, situando a todo el grupo de alumnas del parque, como las principales e indiscutibles protagonistas del verdadero e interesantísimo núcleo de la película.
-Continua en Spoiler-
La historia guarda extrañas similitudes y reminiscencias con otras obras poseedoras de una fuerte y definida atmósfera como son “Picnic en Hanging Rock” de Peter Weir o “Las Vírgenes Suicidas” de Sofía Coppola por cuanto compone un entorno supuestamente cotidiano dotándolo de una atmósfera seductora, misteriosa y cargada de pasiones reprimidas, y situándolo en el ambiente de un parque que a primera vista no posee ningún elemento fuera de lo común pero cuya forma de vida en ese limitado espacio es extraña y alejada por completo de cualquier influencia externa. Un parque con una jerarquía, una educación, y una organización social extremadamente definida. De esta forma la historia comenzará con una niña recién llegada a ese misterioso lugar, llamada Iris. Y durante la primera parte de la película, todos los acontecimientos los iremos percibiendo en su mayor parte desde su mirada infantil repleta de curiosidad, empapándonos también a nosotros de ese irreprimible impulso de saber más y más acerca de lo que se mueve tras los muros de esa enigmática selva artificial.
Y así, desde la mirada de Iris, iremos percibiendo las diferentes realidades e interpretaciones del film, que se verán muy influenciadas por las actuaciones del elenco de actores, en el que todos están perfectamente ajustados a sus roles, desde la jovencita y adorable Zoé Auclair como Iris, pasando por todo su grupo de compañeras, y llegando al limitado casting de adultos que aparecen en la cinta, en el que destaca el hermoso y angelical rostro de Marion Cotillard como la tutora de danza.
Lo más extraño, siguiendo con esta línea acerca de que los adultos hacen su aparición contadas veces a lo largo de la historia, es que la misma película tampoco pide una mayor presencia por su parte. La directora pretende dejar claro que un adulto no siempre es indispensable para contar una buena historia, situando a todo el grupo de alumnas del parque, como las principales e indiscutibles protagonistas del verdadero e interesantísimo núcleo de la película.
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Por otro lado también resulta interesante el descubrir como ni la misma directora tiene claro del todo la interpretación de su película. Lucile deja bien claro que su película se mueve desde las emociones, desde las tripas, desde la visión de una persona que solo busca remover algo dentro de cada persona que vea la cinta. No pretende descubrir ningún gran misterio vital ni dar un giro dramático final, sino dar lugar a un entorno y un modo de vida extraño y fuera de las convenciones de la sociedad para que el espectador saque sus propias conclusiones sobre el “porqué” de ese lugar y ese modo de vida, situando pequeñas pistas a lo largo de toda la cinta que solo los espectadores más avispados e inteligentes serán capaces de vislumbrar.
No se puede obviar tampoco el hecho de que el cuidadísimo apartado técnico ayuda en gran medida a que nos introduzcamos con entusiasmo y curiosidad en ese verdor, y en esos lagos, entre esas jóvenes perdidas en sus juegos infantiles. La fotografía es sin duda el aspecto más destacable de todos, y es que Benoit Debie, el director de fotografía, consigue encuadres, imágenes y momentos que se elevan a la categoría que solo podríamos definir como espectaculares, explotando muchísimo las posibilidades de ese inmenso bosque, y dando a los planos generales un gran valor al utilizarlos en los momentos precisos, casi siempre para explotar la belleza de ese parque, y su enigmática atmósfera. Los colores se mueven siempre alrededor del omnipresente verde con destellos de colores vivos pertenecientes a los lazos de las niñas o el blanco inmaculado de los uniformes. Todo ello da lugar a una puesta escena que se nota extremadamente cuidada para dar lugar con el tono adecuado para la historia, ese de misterio, atracción y belleza.
Por otro lado, en el ámbito de contenido es casi imposible no atisbar una pequeña crítica a la sociedad y a su modo de educar a los niños, al menos bajo el punto de vista de un servidor, de ¿Qué ocurriría si repentinamente una sociedad decidiera poner en práctica un nuevo modo de educación basado en preservar la inocencia e impedir el contacto de toda influencia externa proclive a engendrar la violencia en el ser humano? La respuesta esta en como perciba cada persona la película. Y es precisamente en este punto en el que radica su grandeza, por cuanto se trata de esas Grandes Joyas que nos hacen pensar y pensar acerca de temas que se tratan muy insulsamente en el cine. Una película NO APTA PARA TODO TIPO DE PÚBLICO, pero si para todo tipo de público interesada en ver más allá de las cosas, de manera paciente y pausada, y no quedarse en la mera superficialidad.
Una cinta, que casi se podría encuadrar como “de culto” y que, como bien veis, da para mucho tema.
No se puede obviar tampoco el hecho de que el cuidadísimo apartado técnico ayuda en gran medida a que nos introduzcamos con entusiasmo y curiosidad en ese verdor, y en esos lagos, entre esas jóvenes perdidas en sus juegos infantiles. La fotografía es sin duda el aspecto más destacable de todos, y es que Benoit Debie, el director de fotografía, consigue encuadres, imágenes y momentos que se elevan a la categoría que solo podríamos definir como espectaculares, explotando muchísimo las posibilidades de ese inmenso bosque, y dando a los planos generales un gran valor al utilizarlos en los momentos precisos, casi siempre para explotar la belleza de ese parque, y su enigmática atmósfera. Los colores se mueven siempre alrededor del omnipresente verde con destellos de colores vivos pertenecientes a los lazos de las niñas o el blanco inmaculado de los uniformes. Todo ello da lugar a una puesta escena que se nota extremadamente cuidada para dar lugar con el tono adecuado para la historia, ese de misterio, atracción y belleza.
Por otro lado, en el ámbito de contenido es casi imposible no atisbar una pequeña crítica a la sociedad y a su modo de educar a los niños, al menos bajo el punto de vista de un servidor, de ¿Qué ocurriría si repentinamente una sociedad decidiera poner en práctica un nuevo modo de educación basado en preservar la inocencia e impedir el contacto de toda influencia externa proclive a engendrar la violencia en el ser humano? La respuesta esta en como perciba cada persona la película. Y es precisamente en este punto en el que radica su grandeza, por cuanto se trata de esas Grandes Joyas que nos hacen pensar y pensar acerca de temas que se tratan muy insulsamente en el cine. Una película NO APTA PARA TODO TIPO DE PÚBLICO, pero si para todo tipo de público interesada en ver más allá de las cosas, de manera paciente y pausada, y no quedarse en la mera superficialidad.
Una cinta, que casi se podría encuadrar como “de culto” y que, como bien veis, da para mucho tema.