Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Gudula:
9
Thriller 21 de enero de 1968, un bombardero B-52 estadounidense que transportaba cargas nucleares se ha estrellado en el hielo polar cerca de la base militar aérea norteamericana en Thule, Groenlandia. Unos días más tarde, responsables del gobierno calificarán el accidente como un «Broken Arrow» —es decir, un incidente donde intervienen armas nucleares pero no reviste peligro—, no habiendo motivo para preocuparse en torno a contaminación ... [+]
18 de julio de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Christina Rosendahl muestra en 2015 esta profunda película que la crítica danesa aplaude sin fisura tras el estreno. Profunda en varios sentidos. Por un lado ahonda en la historia de la Guerra Fría desde la perspectiva danesa, cuya cercanía del peligro que suponía Rusia, siempre les mantuvo alerta. Profundiza en la política de la posguerra danesa donde se construye el más logrado estado del bienestar a base del esfuerzo de gobiernos socialdemócratas cuya honestidad nunca nadie había puesto en duda. Por último muestra el trabajo incansable de un periodista de raza al que anima no solo su profesionalidad sino también su sentido del deber como ser humano, con ganas de descubrir la verdad.
Lo imperdonable para los daneses es la mentira. No es tolerable en la vida diaria pero en la política es una auténtica afrenta a los votantes y a la sociedad en general. Por eso, esta película trata del ingente trabajo a lo largo de los años de un periodista de la televisión danesa (DR) para sacar a la luz la verdad de los tratados internacionales entre Estados Unidos y Dinamarca, cuyos secretos se van desvelando a causa de un hecho que sucede en 1968, con un accidente aéreo en la base de Thule (Groenlandia) donde el gobierno americano tiene permiso del gobierno danés para operar desde una base parecida a la de Torrejón o Rota en España. Las secuelas de aquel accidente en trabajadores daneses pasados los años y la negativa del gobierno danés a investigar las causas o a darles indemnización es el pistoletazo de salida para encontrar toda una trama política poco ética. Búsqueda peligrosa en la que el protagonista llega al final por absoluta terquedad.
Tiene de interesante que es una historia real. El protagonista, Poul Brink, escribió en 1997 un libro titulado “Thule: un universo de mentiras” (agotado y reeditado con motivo del estreno de The Idealist, por L&R) donde explicaba de modo ameno y pormenorizado más de 20 años desenredando el caso Thule. Un trabajo de investigación periodística extraordinario que le valió el “Premio Cavlin”, el más prestigioso (Premio nacional de periodismo danés). En la vida real, Poul Brink fue un periodista nacido en 1953. Casado con una española, Estíbaliz. En el libro, en el que se basa la directora para el guión de esta película, no había mención a la vida privada del periodista más que en contadas ocasiones, por lo que en la película, el entorno familiar del protagonista un poco inventado, sirve a la directora para dar humanidad a un tema tan complicado como desentrañar secretos de estado. Enseña cómo era un hombre de familia. También le sirve para mostrar el paso del tiempo, pues en realidad la película compendia en 10 años lo que se desarrolló desde finales de los años 70 hasta 1997. De hecho, en la realidad, contrae matrimonio en 1989 y su hijo nace en 1992, datos colocados en distinto tiempo para el buen desarrollo de la película. Todos los datos familiares proceden, no del libro como decíamos, sino de la propia familia del periodista que colabora en la investigación detrás del film. Mientras que la figura del protagonista está excelentemente lograda (el actor habla, anda y se mueve como el auténtico Brink) la figura de su mujer está completamente desdibujada. Si bien, aparece en algunos momentos del film para dar ambiente pero sin base real. De hecho las decisiones difíciles que debe tomar el protagonista fueron fruto de profundos diálogos entre la pareja donde existió una profunda compenetración.
Los hechos que se narran son reales y como notas curiosas de la película puede señalarse que el apartamento donde vive la familia del protagonista en Copenhague en la película, es el auténtico. En ese piso vivió la familia hasta el año 2003 y se rueda la película en el mismo gracias a la amabilidad de los nuevos dueños.
El auténtico Poul Brink murió en octubre de 2002 de un ataque al corazón con 49 años. Nunca se imaginó que el trabajo de su vida se llevara al cine. Sin embargo, su entusiasmo y su extraordinario trabajo recibe un justisimo homenaje en esta interesante película que nos muestra el lado humano del periodismo profesional y de la política interesada de los países que pasa por encima de los derechos humanos de sus ciudadanos, al tiempo que llega a ser una buena lección de historia contemporánea.
Gudula
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow