A pesar de su aparencia, tras esta cinta habita una gran película que evoca a grandes obras como la saga de Alien, La Cosa o Depredador. Es esa mezcla de géneros, acción-ciencia ficción-terror y esa aparente sencillez en la trama (no hay universo que salvar, ni planeta que proteger, ni meteorito que destruir) la que hace de Pitch Black un digno sucesor de las películas anteriormente mencionadas. Son muchos los puntos que tienen en común:
1- En todos ellos hay un protagonista que sobresale; por su carisma, porque se nos presenta de manera nada estereotipada (no es el típico héroe, ni el típico antihéroe) y porque tiene la capacidad de sorprendernos. Todo esto sin descuidar los aspectos psicológicos y las motivaciones de los personajes secundarios, que no hacen sino dar forma al protagonista.
2- La mezcla de géneros es evidente.
3- El terror es más un terror psicológico que el usual de sustos y por supuesto, a un nivel muy superior del clásico "terror para adolescentes".
4- Aunque no hacen hincapié en colocar al espectador en un contexto, la ambientación se filtra minuciosamente de tal manera que uno no sabe exáctamente cuándo ha empezado a tomarse con absoluta naturalidad que haya un bichejo interespacial comiéndose a gente.
5- Son películas que no ambicionan contar grandes misterios de la humanidad y partiendo de ideas simples consiguen montar una trama que termina por ser mucho más de lo que uno se podría esperar.
Sin duda, si eres de los que no son capaces de ver en ellas más que una obra de mero entretenimiento, con esta película no será distinto.

Pero lo cierto es que Pitch Black mantiene un buen equilibrio entre el efectivo desarrollo de unos personajes tratados con inteligencia y el desarrollo de una trama contada desde una perspectiva original. La película se sostiene en buena parte gracias al personaje de Riddick, pero no defraudan las escenas de acción, los momentos de suspense, los momentos de terror psicológico e incluso la ambientación. Se nota que es una película construida de manera inteligente con el propósito claro de entretener aportando calidad a su género. Para mi, lo consigue de sobra.