El planteamiento de este documental es el más sencillo de todos los de Michael Moore, lo que hace que uno se sorprenda al ver el material conseguido. Con el simple pretexto de la presentación en varias ciudades de un libro escrito por él mismo, Michael Moore muestra partes de sus conferencias y testimonios de la gente que acude a ellas y configura, con el ritmo de una roadmovie, musica incluída, una genial exposición de la problemátia en materia de empleo (o mejor dicho, desempleo) en los EEUU. Paralelamente a esto, Michael Moore se escapa de las presentaciones y de las obligaciones de su libro para intentar hablar con altos cargos de algunas de las empresas más importantes de los USA. Al contrario que en Bowling for Columbine y Roger & me, en The Big One todo nos suena más familiar y menos estrámbotico y convierte la dosis de ironía y sarcasmo en algo que llega mucho más, por tratarse de una realidad que se nos hace mucho más cercana: la del trabajador y proletario medio. Esta vez no aparece frente a la cámara ese americano extraño y ajeno que parece vivir en su propia burbuja, sino que se presenta el trabajador universal que no llega a fin de mes, con el agravante que supone no tener asegurado siquiera el derecho a sindicalizarse, entre otras muchas cosas que en europa se nos hacen impensables. El caso es que Michael Moore demuestra mejor que nunca su capacidad para mostrar la realidad cotidiana de unos y otros y su innegable maestría para encontrar el humor en los lugares más recónditos.
A modo de aviso diré que es la película en la que más se ve su careto y tira mucho de sus propias impresiones, pero está justificado, porque al fin y al cabo, como ya he dicho al principio, es simplemente un documental de la presentación de su libro.